Los estudios han empezado a demostrar esta realidad. Los consumidores dan datos falsos. Los millennials ya lo están haciendo.
Según un estudio de Shop+, que recoge AdWeek, el 26% de los
millennials da una fecha de cumpleaños falsa si con eso van a conseguir mejores
ofertas en sus compras. La cifra es muy superior a la media generalizada de los
adultos.
Pero no solo los millennials mienten en sus cumpleaños si con
ello conseguirán mejores precios. También dan diferentes cuentas de correo
electrónico si con ello pueden conseguir ofertas variadas (un 36% emplea ese
truco), comparten cuentas premium para beneficiarse del servicio (un 36%
comparte una cuenta de Amazon Prime para beneficiarse de los envíos gratis) o
echan mano del borrar el historial de navegación (un 31% lo hace) para que sus
vuelos les salgan más baratos.
En definitiva, los millennials mienten lo suficiente (y todo
lo que sea necesario) si de ese modo logran hacerse con mejores ofertas y
precios mejores en los productos que les interesan. Y obviamente no sienten
remordimientos al pensar que las marcas están recibiendo una información que no
es la más ajustada.
Pero las marcas no quieren que les mientan
- Las marcas en realidad, las marcas no quieren que les mientan. Todos esos datos falsos no son solo basura cibernética sino que además funcionan como señales en el camino que llevan a un destino que no es el adecuado. Es como si le pides a una aplicación de mapas que te lleve por el camino más rápido a la playa y acabas en un basurero. No es absoluto lo que buscabas.
- En primero lugar, deberían esforzarse por dotar de valor a este esfuerzo. Es decir, los consumidores deberían sentirse recompensados por decir la verdad y las marcas deberían establecer una serie de estrategias para premiar la información verídica.