Fances Haugen, extrabajadora de la red social, afirmó durante entrevista en '60 Minutos' de CBS que la compañía está «pagando sus ganancias con nuestra seguridad»
La reputacion de Facebook se hunde en las últimas semanas
Documentos internos de la red social desvelados por 'The Wall Street Journal' han demostrado, entre otras cosas, que la plataforma de Mark Zuckerberg es consciente del daño que causa entre parte de los usuarios más jóvenes y de los fallos en su algoritmo. Esta información fue filtrada por la exgerente de producto de la red social Frances Haugen, que la pasada noche abandonó el anonimato para cargar contra la compañía en una entrevista para la cadena estadounidense CBS. Señaló, además, que cuenta con miles de documentos internos de Facebook que sostienen sus afirmaciones y que han sido puestos a disposición de varios fiscales generales de Estados Unidos.
La ingeniera informática, que tiene 37
años y previamente trabajó para empresas como Google o Pinterest, afirmó que el
gigante de las redes sociales es «sustancialmente peor» que el resto de
compañías de las que ha formado parte. También señaló que Facebook sabe que sus
productos están alimentando el odio y dañando la salud mental de los más
pequeños. Pero tomar las medidas necesarios para acabar con la situación de
raiz no está dentro de sus planes.
La exempleada, que trabajó para la
compañía entre 2019 y abril de 2021, apuntó directamente contra el algoritmo
empleado por la red social, que es el encargado de seleccionar el contenido que
se le muestra al usuario en pantalla. Según Haugen, «la versión de Facebook que
existe hoy está destrozando nuestras sociedades y causando violencia étnica en
todo el mundo». A pesar de que la red social lo sabe, cuando se inicia un
debate en su seno sobre qué hacer, si lo mejor para el usuario o lo mejor para
el negocio, las discusiones siempre se saldan «beneficiando los propios
intereses» de la compañía.
Entre esos intereses destaca «ganar
más dinero». Y para ganar más dinero hace falta que los usuarios pasen el mayor
tiempo posible -cuanto más mejor- con los ojos pegados a la pantalla.
A más odio, más reacciones
Haugen explicó cómo el algoritmo de
Facebook está optimizado para premiar aquellos contenidos que generan una
reacción y eso es más sencillo que ocurra en los mensajes en los que se incita
al odio o a la ira del internauta. Según detalló la exempleada, la red social
no piensa realizar los cambios necesarios para acabar con esta situación, ya
que podría afectar a su capacidad de retención: «Facebook se ha dado cuenta de
que si cambia el algoritmo para que sea más seguro, las personas pasarán menos
tiempo en el sitio, harán clic en menos anuncios y ganarán menos dinero».
Con el fantasma de los comicios de
2016 bien presente, Facebook tejió un plan e impulsó varias medidas destinadas
a combatir el discurso del odio y la desinformación durante las elecciones
presidenciales de Estados Unidos del pasado noviembre. Pero los planes duraron
lo justo y necesario. Haugen afirmó a este respecto que, «tan pronto como
terminaron las elecciones, los apagaron, o cambiaron la configuración a la de antes,
para priorizar el crecimiento sobre la seguridad», algo que catalogó como «una
traición a la democracia».
Cabe recordar que la red social ha
sido culpada en reiteradas ocasiones de haber jugado un papel decisivo en el
asalto al Capitolio de Estados Unidos, que tuvo lugar el pasado 6 de enero.
Hace apenas unos meses el director ejecutivo Mark Zuckerberg tuvo que acudir a
una comisión ante el Congreso del país en la que se le pidió, entre otras
cosas, que rindiese cuentas sobre este suceso.
Aun con todo, Haugen señaló que nadie
en Facebook «es malévolo», sin embargo, el enorme interés de la red social por
crecer provoca que sus incentivos estén «desalineados» con los intereses de los
usuarios: «Facebook gana más dinero cuando tú consumes más contenido (...) Y a
cuanta más rabia estás expuesto, más interactúas, más consumes».
Como recuerda 'AFP', ' The New York
Times' informó el sábado de que el vicepresidente de Facebook, Nick Clegg,
trató de adelantarse a la entrevista de Haugen escribiendo un memorando de
1.500 palabras al personal para alertarlos de que iban a producirse acusaciones
«engañosas». Luego Clegg recalcó su defensa de la compañía en una aparición en
la cadena CNN. Respecto a las acusaciones de que las redes sociales pueden
hacer sentir mal a muchos usuarios, afirmó que no creía que resultase
soprendente que «si no te sientes bien contigo mismo, acudir a las redes
sociales te hará sentir un poco peor». También dijo que «no está confirmado por
nuestra investigación, ni por la de nadie más, que Instagram sea malo o tóxico
para todos los adolescentes».
En un comunicado remitido a ABC, Lena
Pietsch, portavoz de Facebook, afirma que «todos los días, nuestros equipos
deben equilibrar la protección del derecho de miles de millones de personas a
expresarse abiertamente con la necesidad de mantener nuestra plataforma como un
lugar seguro y positivo». Asimismo, destaca que «no es cierto» que la red
social esté «fomentando el mal contenido y no haga nada» para evitarlo.
EDITORIAL
Solo resta esperar, si las declaraciones de Fances Haugen, convencen a la opinión pública y al Senado de Estados Unidos, donde también expuso sus objeciones sobre la dudosa conducta de la compañía, a la que acusó de traición a la democracia, durante su testifical del martes ante un Comité del Congreso, afirmando además, que las herramientas del gigante tecnológico dañan a los menores de edad e incrementan la polarización en el país, añadiendo que la compañía prioriza los beneficios frente a la seguridad de los usuarios y exigiendo una nueva legislación que ponga límites al respecto a la red social.
Caso que el Senado de EEUU admitiese las declaraciones de Haugen como ciertas y reales, aprobando cambios legislativos que obligasen a realizar modificaciones en la compañía que protegiesen a los menores e impidiesen los discursos de odio; está por ver de ocurrir ese escenario, si los partidos conservadores y ultraconservadores (derechas y ultraderechas para entendernos), seguirían contratando publicidad con Facebook en las campañas electorales.
Fuente: Abc.es