A pesar de obtener volumen de negocio de más de 42.000 millones de euros, la filial de Luxemburgo donde está domiciliada la multinacional reportó pérdidas de 1.000 millones, lo que le permitirá cobrar, además, 56 millones de dinero público.
Durante muchos años las corporaciones
multinacionales han evitado legalmente pagar impuestos al transferir sus
beneficios a empresas fantasma en países con bajos impuestos sin necesidad de
divulgación.
Sin embargo, al igual que ocurre en
todo el mundo, la Unión Europea está reaccionando y tiene en marcha un proyecto
de ley que tiene como objetivo obligar a las empresas a revelar sus beneficios
reales e impuestos pagados para cada país en el que tienen actividades
económicas.
Amazon es uno de los ejemplos que
ilustra a la perfección esta práctica de elusión fiscal que es permitida por
leyes laxas. Recientemente, la multinacional estadounidense acaparó los
titulares por las ventas récord que logró por el incremento de las compras por
internet durante la pandemia. En Europa, el volumen de negocios alcanzó los
42.000 millones de euros.
Diario16 ha tenido acceso a las
cuentas anuales de 2020 de la filial de Amazon en Europa, con sede en
Luxemburgo, que cubre su negocio europeo. Sorprendentemente, comunicó pérdidas
de más de 1.187 millones de euros. Un resultado que significó que la empresa
tenía derecho a cobrar 56 millones de euros de dinero público sobre beneficios
de la oficina fiscal de Luxemburgo, que se utilizarán para compensar futuras
facturas fiscales en caso de que alguna vez mostrara ganancias en Europa.
Los beneficios se transfieren a otra
parte
Durante años, el negocio europeo de
Amazon se ha centralizado en la sociedad Amazon EU Sarl con sede en Luxemburgo.
El hecho de que presente esas pérdidas
hace que la multinacional dé la imagen de una empresa en crisis cuyo negocio en
Europa solo le genera pérdidas la matriz de la corporación de venta minorista
más grande del mundo. ¿Puede ser este realmente el caso?
Christoph Trautvetter, experto
financiero de la organización Tax Justice Network, que hace campaña por una
fiscalidad justa en todo el mundo, afirmó a Investigate Europe, que esa era
imposible. «Las ganancias simplemente se transfieren a otra parte, donde se
recaudan menos impuestos o no se cobran».
Según las cuentas anuales de Amazon,
en el apartado «Otros gastos externos», se señala un coste de 12.400 millones
de euros, pagados por «servicios de empresas afiliadas». Sin embargo, Amazon no
aporta ninguna información sobre para qué sirven estos miles de millones ni,
por supuesto, adónde van.
El paradigma del problema fiscal de
Europa
La empresa utiliza la infraestructura
estatal de la Unión Europea para reducir su factura fiscal, y los ciudadanos ni
siquiera descubren dónde se esconden las ganancias que se obtienen a su costa.
Esto es un verdadero fracaso de todos los gobiernos de la UE.
El caso de Amazon EU Sarl muestra a la
perfección el gran problema fiscal de Europa. Al igual que la multinacional
norteamericana, cientos de corporaciones que operan en Europa registrarán sus
beneficios en países como Luxemburgo, Países Bajos, Irlanda o Chipre (donde las
tasas impositivas son particularmente bajas) aunque estas ganancias se generen,
en gran parte, en otros lugares.
Un portavoz de la compañía, en
declaraciones a Diario16, ha indicado que «Amazon paga todos los impuestos que
se requieren en aquellos países en los que opera. Los impuestos corporativos se
basan en las ganancias y no en los ingresos totales. Nuestras ganancias se han
mantenido bajas debido a nuestras fuertes inversiones y al hecho de que el
comercio minorista es un negocio altamente competitivo y de márgenes bajos.
Hemos invertido más de 78.000 millones de euros en Europa desde 2010 y gran
parte de esa inversión es en infraestructura que crea miles de nuevos puestos
de trabajo cada año, genera importantes ingresos fiscales a nivel local y da
apoyo a las pymes europeas con programas como “Logística de Amazon”. Amazon
cuenta con más de 60 centros logísticos distribuidos por toda Europa y 100
oficinas corporativas y centros de desarrollo de software dando trabajo a más
de 135.000 empleados a tiempo completo. Además, hay más de 100.000 vendedores
con sede en la UE que utilizan nuestros servicios para llegar a nuevos clientes
y poder crecer. Operamos este negocio paneuropeo desde nuestra sede en
Luxemburgo, donde tenemos a más de 3.000 empleados, incluyendo a nuestro equipo
directivo».
Fuente. Diario16.es