10 de septiembre de 2019

TRIBUNALES. El juez Alba condenado a prisión por conspirar contra la diputada Victoria Rosell

El Tribunal de Justicia de Canarias también lo inhabilita durante dieciocho años y le impone una multa 60.000 euros.
La Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha condenado al magistrado Salvador Alba a penas que suman 6 años y medio de prisión por confabular contra la también jueza y diputada de Unidas Podemos, Victoria Rosell.
La sentencia condena a Alba por los delitos más graves que se puede imputar a un juez en el ejercicio de su cargo: prevaricación, cohecho y falsedad en documento público. Y le exime de los de negociaciones prohibidas a funcionarios públicos y revelación de secretos.
El juez es condenado por utilizar unas diligencias abiertas a un empresario canario "como coartada y vehículo de una investigación paralela" contra Rosell, su antecesora en el juzgado que había dado el salto a la política con Podemos.
Además, Alba realizó un informe que fue utilizado por el exministro del Partido Popular José Manuel Soria para querellarse contra Rosell. La entonces diputada dimitió de su escaño para defenderse ante el Tribunal Supremo.
En concreto, Alba recibe una pena de de tres años de cárcel -por el delito de prevaricación en concurso con cohecho- y otra pena de tres años y medio por falsedad en documento oficial.
Además, el juez Alba ha sido condenado también a 18 años de inhabilitación y a pagar una indemnización de 60.000 euros a Victoria Rosell por daños morales. La sentencia puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.
Investigación paralela
El TSJ de Canarias considera en la sentencia que el juez Alba dió instrucciones al empresario y presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, para perjudicar a la entonces diputada de Podemos Victoria Rosell, a la que había sustituido en el Juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmas. Esa conversación fue grabada por Ramírez, se hizo pública y es la base de esta condena.
El empresario y el juez abordaron en el despacho judicial “la posibilidad de introducir en el procedimiento" judicial abierto contra Ramírez "información y pruebas” sobre la relación del empresario con la pareja de Rosell, Carlos Sosa. Al mismo tiempo, se buscaría la nulidad de esta causa en la que la Seguridad Social reclamaba al empresario 13 millones de euros.
Ramírez era investigado en el juzgado de Rosell por un delito contra la Hacienda pública. El 23 de octubre de 2016, la juez colgó la toga: pasó a formar parte de la lista al Congreso de Podemos. Tres días después, Sosa vendió por 300.000 euros los derechos de una emisora al empresario.
EL sustituto de Rosell en el juzgado fue el juez Salvador Alba, examigo de la primera. Fue por poco tiempo, que utilizó el magistrado para instrumentalizar este proceso penal abierto contra Ramírez "como coartada y vehículo de una investigación paralela" destinada a descubrir informaciones que pudieran servir "para relacionar al compañero sentimental de la juez con el empresario ". Y, de este modo, "establecer una relación entre la supuesta paralización de la causa y un pretendido interés indirecto" de Rosell.
Condena más grave a un juez en las dos últimas décadas
En el juicio que se celebró el pasado mes de julio, se juzgó si el juez Alba manipuló una instrucción penal que había iniciado Rosell contra un empresario con la finalidad de perjudicar a su colega -entonces diputada de Podemos en el Congreso- y de favorecer la querella que el exministro José Manuel Soria (PP) había presentado contra ella ante el Tribunal Supremo.
En el caso de que el Supremo confirme esta sentencia, Salvador Alba -que está apartado de sus funciones- recibirá la mayor condena a un juez de la historia reciente.
Sólo estará superado por Lluís Pascual Estivill, condenado por extorsión a más de nueve años de cárcel en 1996. Otro precedente es el de Javier Urquía, condenado en 2012 a dos años de prisión por cohecho.
Desde entonces nunca se había producido una pena de esta magnitud, porque los demás jueces condenados en este tiempo fueron apartados de la carrera judicial por inhabilitación: Javier Gómez de Liaño (en 1997 y 15 años de inhabilitación), Baltasar Garzón (2012, 11 años), Elpidio José Silva (2015, 17 años y medio) o Fernando Presencia (2018, 10 años).
No obstante, la diputada de Podemos se ha mostrado convencida de que el juez Alba recurrirá la sentencia ante el Tribunal Supremo por lo que el caso aún no está cerrado y le tocará continuar defendiendo su honor.
Fuente: Publico.es