Un estudio coliderado por
investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha
mostrado cómo actúa el fármaco aplidin (plitidepsina) para inhibir la
replicación del coronavirus SARS-CoV-2 dentro de las células humanas: el
fármaco impide la formación de compartimentos celulares donde se replica el
material del virus. De este modo, interfiere en las células y evita la
progresión de la infección viral. Su funcionamiento refuerza su potencial para
combatir futuras variantes del SARS-CoV-2, pues este paso de la replicación del
virus es común a todas las variantes del virus. El estudio, en fase de
revisión, se presentó ayer en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones
Oportunistas (CROI), en Barcelona.
El fármaco plitidepsina,
comercializada con el nombre de aplidin, ha sido uno de los fármacos que ha
demostrado mayor eficacia para bloquear la replicación del SARS-CoV-2 en
experimentos de laboratorio. “Cuando pusimos en marcha este estudio para
analizar la actividad antiviral de plitidepsina en la célula, no esperábamos
descubrir que su diana de actuación se encontraba en un estadio tan inicial de
la replicación del SARS-CoV-2”, explica Cristina Risco, investigadora del
Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) y co-líder del estudio junto a
investigadores del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, el Centro de
Investigación en Sanidad Animal (IRTA-CReSA) y la farmacéutica PharmaMar.
El fármaco bloquearía una molécula de
la célula huésped que es necesaria para que el SARS-CoV-2 pueda formar las
vesículas donde se fabrican nuevos virus. A diferencia de la gran mayoría de
antivirales, plitidepsina –fármaco que se encuentra en un ensayo clínico de
fase III– actúa sobre la célula huésped y no sobre el virus, bloqueando
procesos esenciales y compartidos entre las diferentes variantes del
SARS-CoV-2. Este hecho la convierte en una potencial herramienta para combatir
no sólo el actual SARS-CoV-2, sino futuras variantes que puedan emerger.
Evitar la replicación del SARS-CoV-2
desde el principio
El personal investigador que ha realizado
el estudio ha demostrado, en cultivos celulares en el laboratorio, que bajas
cantidades de plitidepsina son capaces de inhibir, 48 horas después de la
infección por el SARS-CoV-2, la capacidad de replicación del virus. “A través
de técnicas de microscopía electrónica, hemos podido ver cómo, en presencia del
fármaco, las vesículas de doble membrana, que son los compartimentos celulares
en los que se replica el material genético del SARS-CoV-2, no se forman.
Pensamos que esto se debe a que las proteínas no estructurales del virus
necesarias para la creación de estas vesículas no llegan a formarse como
consecuencia de la acción del fármaco”, detalla Martin Sachse, investigador del
CNB-CSIC y del Instituto de Salud Carlos III y primer autor del trabajo.
El equipo también ha comprobado la no
formación de nuevas partículas virales con técnicas de inmunotinción. “Podemos
confirmar que plitidepsina actúa en un punto muy temprano del ciclo de
infección viral, concretamente en el momento en que el material genético del
SARS-CoV-2 envía órdenes para que se produzcan las proteínas virales que
formarán los compartimentos donde los virus replican su material genético y
dirigen la síntesis de nuevos virus”, añade Nuria Izquierdo-Useros,
investigadora principal en IrsiCaixa y co-líder del estudio. Por su parte, el
personal investigador celebra que con poca concentración de plitidepsina se
alcance un potente efecto antiviral.
Un tratamiento para combatir distintas
variantes
Por lo general, los virus disponen de
pocas dianas terapéuticas a las que se pueden dirigir los fármacos. Además,
debido a su capacidad para mutar, estas dianas pueden dejar de ser efectivas.
Por ello, encontrar puntos del ciclo de replicación viral altamente conservados
puede resultar muy útil a la hora de diseñar fármacos antivirales de amplio
espectro. “Una de las ventajas de plitidepsina respecto a otros antivirales es
que, en lugar de actuar sobre el virus directamente, bloquea una molécula
propia de las células, esencial para la replicación del SARS-CoV-2. Por eso es
un gran candidato para combatir otras variantes del SARS-CoV-2 que puedan
emerger”, concluyen Cristina Risco y Nuria Izquierdo-Useros
Fuente: www.csic.es