Hay otras baterías atómicas, pero no como ésta. Al menos en teoría o sobre el papel.
Todo lo que acabamos de ver es impresionante, pero empequeñece
ante la tecnología en la que vamos a indagar, que, esta vez, no procede de
China: viene de Reino Unido.
Según sus creadores es segura, sostenible y revolucionaria
La información del titular del artículo es correcta. Esta batería diseñada por científicos de la Universidad de Bristol
(Inglaterra) y la Autoridad de Energía Atómica de Reino Unido tiene
una vida útil de 5.700 años y recurre al carbono-14 encapsulado en un
recinto de diamante para entregar la energía. El rol del carbono-14 en esta
batería es fundamental, de la misma manera en que también lo es el níquel-63 en
la pila atómica de Betavolt Technology.
El carbono-14 es un isótopo radiactivo, y, por tanto, inestable, del carbono. Se produce mayoritariamente en la atmósfera como resultado de la interacción de los rayos cósmicos y el nitrógeno atmosférico. Lo que lo diferencia del carbono "normal", el no radiactivo, es que el carbono-14 tiene en su núcleo dos neutrones adicionales. La presencia de estos dos nucleones es la responsable de su inestabilidad y provoca que se descomponga muy lentamente. De ahí la vida media de la batería de 5.700 años.
El carbono-14 se produce mayoritariamente en la atmósfera como resultado
de la interacción de los rayos cósmicos y el nitrógeno atmosférico
Mientras los átomos de carbono-14 no adopten una configuración
completamente estable continuarán emitiendo radiación en forma de partículas,
de manera que lo que han hecho los científicos británicos que he mencionado
unas líneas más arriba es aprovechar esas partículas para transformar su
energía en electricidad. No obstante, todavía no sabemos qué pinta aquí el
recinto de diamante, y tiene un papel fundamental: es necesario para capturar
de una manera segura la radiación y producir electricidad.
De hecho, el carbono-14 emite radiación de corto alcance, por lo que es
absorbida por el recinto de diamante con eficacia mientras genera bajos
niveles de electricidad. Un apunte interesante: al tiempo promedio que
transcurre hasta el instante en el que un átomo inestable se desintegra
recurriendo a cualquier
forma de radiación se le llama vida media. Y al tiempo que pasa hasta que
la cantidad de núcleos inestables de un elemento radiactivo se reduce a la
mitad de la cantidad inicial se le llama período de semidesintegración.
La consecuencia más evidente a la que podemos llegar es que esta batería atómica conservará la mitad de su capacidad inicial incluso después de varios miles de años.
Su capacidad de entrega de electricidad es limitada, del orden de los microvatios, pero en teoría podrá ser utilizada para alimentar implantes médicos, como marcapasos o audífonos; en aplicaciones espaciales, como en pequeños satélites, e, incluso, en etiquetas de radiofrecuencia.
Además, tiene
otra baza a su favor: puede ayudar a lidiar con los
residuos radiactivos de las centrales nucleares debido a que el carbono-14
se extraerá de los bloques de grafito que se emplean como moderadores
de la reacción de fisión, e, incluso, como material estructural.
Fuente: Xataka.