Estados Unidos no tiene rival, pero hay cosas muy interesantes en la lista como el hueco que se está abriendo Europa y el que está dejando China. O la pregunta ¿ where is China ? Y no vale decir que en el mapa.
Esto último es algo que se ve de forma bastante clara en el gráfico de
la derecha elaborado por Visual Capitalist, en el que tenemos una
representación del poder de computación de los diferentes países:
El TOP de TFlops. En este gráfico hay varios
elementos muy interesantes. Que Estados Unidos esté en cabeza no es algo que
sorprenda si tenemos en cuenta no sólo el número de superordenadores que hay en
el país, sino la potencia desmedida de algunos de ellos. Algo que se apreciar
perfectamente en esta lista en la que, además del número de supercomputador,
tenemos el rendimiento máximo en TeraFlops que suman:
Con 11.039.616 núcleos y una potencia de 29.581 kW, las APU Instinct
MI300A de AMD y los procesadores EPYC 9005 son los que dotal al Laboratorio
Nacional Lawrence Livermore y Hewlett Packard Enterprise de una potencia de
computación extrema. Entre los proyectos que van a abordar con ‘El Capitán’ se
encuentra la investigación en la fusión nuclear.
'HPC6'. Los cuatro primeros puestos de la lista están
protagonizados por superordenadores norteamericanos, pero el quinto es el
italiano 'HPC6'. Tiene un nombre bastante menos impresionante que otros del
listado, pero sus 3.142.520 núcleos AMD (tanto la CPU como la GPU son de una
generación anterior a las utilizadas en 'El Capitán') son extremadamente
eficientes con una potencia de 8.461 kW.
Es un sistema novísimo, lanzado este mismo noviembre y su hogar es la
empresa italiana Eni. ¿Su objetivo? Optimizar el funcionamiento de las
instalaciones industriales de la compañía, con varios procesos relacionados y
un objetivo ambicioso: simular el comportamiento del plasma en la fusión por
confinamiento magnético.
'Fugaku'. Japón tuvo el superordenador más potente del
mundo en 2020 y aún continúan sacándole partido. El Fugaku se encuentra en el
RIKEN, un centro ubicado en Kobe en el que se investigan todo tipo de cosas,
como por ejemplo el desarrollo de materiales flexibles para paneles solares.
Este caso es singular, ya que el 'Fugaku' emplea los SoC A64FX, unos
microprocesadores de Fujitsu que incorporan 48 núcleos ARM.
Uno de los primeros proyectos que tuvo fue el de jugar un rol clave en
el diagnóstico del COVID-19 debido a que entró en funcionamiento en pleno 2021.
Con el paso de los años, se ha actualizado un poco hasta llegar, según Top500,
a los 7.630.848 núcleos con una potencia de 29,899 kW. Veremos qué pasa con el
'Fugaku Next' que promete ser 1.000 veces más potente que el
'Frontier’'estadounidense, el segundo más potente de la actualidad.
Europa se pone las pilas. Según la lista,
es evidente que a Estados Unidos no hay quien le tosa en número de
superordenadores y, sobre todo, en capacidad de cálculo. Sin embargo, estos
últimos años hemos visto cómo el viejo continente pisaba el acelerador. Gracias
a iniciativas como EuroHPC para formar
una red regional de superordenadores que sirvan como motor para impulsar la
economía de datos de Europa y a otras iniciativas, la región ha logrado entrar
en la ‘pelea’.
Ya hemos visto el 'HPC6' italiano, pero Italia también cuenta con
'Leonardo', Finlandia tiene al 'LUMI' -octavo
en la lista-, España tiene el 'MareNostrum 5' -noveno en la presente lista y cuenta con tres supercomputadores- y Suiza el 'Apls'
-séptimo en la lista-.
¿Y China? Esa es la gran pregunta. Hace unos años, China
ocupó el tercer puesto tras Estados Unidos y Japón en términos de rendimiento
máximo. También tenía 214 sistemas, pero en la última clasificación es la
séptima en rendimiento con 63 ordenadores. Es algo extraño, pero que tiene
sentido. Estos últimos años hemos leído noticias sobre superordenadores chinos
intimidantes, también sobre sus superordenadores 100% Made in China y es raro
que no estén más arriba en la lista.
El motivo puede ser, sencillamente, porque así lo quieren. Si bien antes
presumían de potencia, estos últimos meses han decidido mantener en privado sus
avances en supercomputación, por lo que sin datos oficiales ni participación en
la lista TOP500, no hay de dónde rascar. Jack Dongarra es el cofundador de
TOP500 y considera que "tienen máquinas que son más rápidas, pero no han
presentado datos". Y hay varias lecturas.
Por un lado, puede que las restricciones para acceder a ciertos chips
(ya sabemos que Nvidia y ASML no pueden vender a China y sus empresas sus
productos de última generación) les esté haciendo el camino más difícil. Por
otro, puede que sigan impulsando su independencia tecnológica, con una Huawei
como potente aliada, y no quieran revelar sus cartas que acarrearían más
restricciones comerciales por parte de occidente.
Fuente: Xataka.