Los desarrolladores de software podrán utilizar sus propios sistemas de pago integrados en sus app y no pagarán comisiones a la compañía de Redmond
Windows 11, que llegará al mercado a finales de año, permitirá igualmente
que las aplicaciones de Android, el sistema operativo móvil de Google, se
ejecuten en el escritorio de Windows. Las apps se podrán descargar al ordenador
desde la tienda de aplicaciones de Amazon, con la que el gigante del software
ha llegado a un acuerdo.
Otras propuestas novedosas es que Windows 11 dará la opción a los
usuarios de configurar varios escritorios, para el trabajo, el hogar y los
juegos como si fuera un Mac. Y también integra su plataforma de trabajo en equipo y
videoconferencias Teams, muy popular desde el inicio de la pandemia de
covid-19, que ahora pasa a estar accesible directamente desde la barra de
tareas. Un movimiento que podría elevar los conflictos con Slack Technologies,
el principal rival de Microsoft. Esta compañía, que está siendo comprada por
Salesforce por 27.700 millones de dólares, ha presentado una denuncia
antimonopolio contra Microsoft en la UE.
El gigante estadounidense del software, que lanzó Windows hace 35 años,
ha querido dar a Windows 11, además, un aspecto distinto al de Windows 10, su
antecesor, y ha decidido mover el menú de inicio y los iconos de las
aplicaciones más usadas de la esquina inferior izquierda de la pantalla al centro, y ha añadido una función
multitarea que permite asignar distintas medidas y formas a las ventanas.
La actual versión del sistema operativo, Windows 10, fue lanzada en 2015
y es utilizada en la actualidad por más de 1.300 millones de personas en todo
el mundo, según ha dicho la propia compañía, que ha decidido renovar el
software que la impulsó al estrellato y que le hizo dominar el mundo de los
ordenadores personales durante años. La compañía sufrió con el impulso de los
móviles y las tabletas, donde Apple y Google tienen el dominio.
Además del cambio de posición antes apuntado, el menú de inicio se
convierte en una suerte de lanzadera adaptada a cada usuario, con las esquinas
redondeadas y en la que se destacan, por ejemplo, los documentos usados
recientemente o las aplicaciones favoritas.
En cierta medida, la renovación del diseño de Windows 11 acerca a
Microsoft al de su principal competidor en el mercado de los sistemas
operativos para ordenadores, Apple, cuya interfaz ya presenta muchas de las
características que ahora adopta la firma de Redmond.
La próxima semana Microsoft, que recientemente superó los dos billones
de dólares de valor en Bolsa, lanzará una versión preliminar de Windows 11 para
los desarrolladores de aplicaciones. Cuando llegue al mercado, el sistema
operativo estará disponible como una actualización gratuita para los usuarios
de Windows 10, aunque algunos dispositivos no tendrán los requerimientos
técnicos necesarios para poder utilizarlo. Las especificaciones necesarias para
usarlo incluyen un mínimo de 64 GB de almacenamiento y 4 Gigas de RAM.
El nuevo Windows 11, cuya presentación se hizo 100% online debido a la
pandemia, también llevará preinstalado Xbox Games Pass, un servicio de
suscripción de la compañía que ofrece acceso a cientos de juegos. La nueva
versión del sistema operativo incluirá igualmente múltimples características
dirigidas a los usuarios del mercado corporativo, como la capacidad de
desacoplar sin problemas un ordenador conectado a un monitor externo para
atender una llamada en una habitación más silenciosa y después regresar a la
docking station.
En la actualidad, Windows sigue siendo una de las plataformas
tecnológicas más grandes del mundo. La unidad de negocios de computación
personal de Microsoft, que incluye Windows, Xbox, software y servicios
relacionados con la consola, su familia de ordenadores Surface y las búsquedas
de Bing, facturó 13.000 millones en su tercer trimestre fiscal cerrado en
marzo, un 19% más, en parte debido al tirón del mercado de PC. Esto llevó a que
Windows crezca un 10% y Surface, un 12%. Y ello pese a que en 2020 los
Chromebook de Google arrebataron mercado a los ordenadores de sobremesa y
portátiles con Windows. Aún así retuvo más del 80% del mercado, según IDC.
Fuente: cincodias.elpais.com