El
Ejecutivo regional aprobó un documento en la tercera semana de marzo en el que
se fijaron los "criterios de exclusión" de derivación hospitalaria de
los mayores que vivían en residencias de la Comunidad de Madrid. De aquel texto
existen tres versiones. De ellas, la segunda era la que se refería en términos
más fríos y contundentes a la prohibición de trasladar a los hospitales a
pacientes de las residencias con un determinado nivel de dependencia o de
deterioro cognitivo. En cuanto infoLibre desveló la existencia de dicho
documento, el Gobierno madrileño tiró balones fuera. "No hay tal orden.
Hay una filtración de un borrador. Eso es todo", aseguró Ayuso en la
Asamblea de Madrid sin pestañear. Tanto ella como su consejero de Sanidad,
Enrique Ruiz Escudero, se encargaron de abonar continuamente una teoría del
borrador que comenzó a venirse abajo en la comisión de investigación sobre el
drama de las residencias puesta en marcha durante la pasada legislatura en la
Cámara regional.
Durante los
quince minutos de intervención, el exconsejero ha dedicado unos segundos a
desmontar dicho "bulo". "Eran protocolos", dijo Reyero,
quien recordó que los textos estaban firmados digitalmente por quien fuera
director de Coordinación Sociosanitaria del Ejecutivo regional durante la
primera ola. Negarlo, añadió, "no tiene ningún sentido". Como tampoco
rechazar que llegasen a aplicarse. "Durante las peores semanas de la
crisis, la mayoría de los residentes que murieron lo hicieron en las residencias.
Y esto es una anormalidad", sentenció. Los datos recopilados por este
diario en el marco de la investigación alrededor a la hecatombe en los
geriátricos muestran que en los veinte días posteriores a la aprobación del
protocolo fallecieron 5.343 mayores en los geriátricos regionales sin recibir
atención hospitalaria, lo que equivale al 84% de los fallecidos en todo ese
periodo –6.352 personas–.
Ni siquiera
la administración regional recurrió al hospital de campaña de Ifema. De las
3.811 personas que se atendieron en aquellas instalaciones, solo 23 eran
usuarios de residencias. El 0,6% del total. Solo se produjeron derivaciones
hacia allí de dos geriátricos: 12 de la residencia Monteverde (Villaviciosa de
Odón) y 11 de Sol Salud (Collado Villalba). "Yo siempre he pensado que
llegaron allí por error", ha apuntado el exconsejero, quien ha dicho que
"no se entiende" que "no fueran atendidas" en unas
instalaciones puestas en marcha para "aliviar la presión" en el resto
de centros sanitarios. El de Ifema como "hospital milagro" fue otro
de los "bulos" que quiso desmontar Reyero, quien recordó que "en aquel
lugar (refiriéndose al hospital Ifema) se atendieron exclusivamente a pacientes leves". "Desde
el punto de vista de los residentes, fue una operación de marketing", dijo.
El
extitular de Políticas Sociales, que ha insistido en repetidas ocasiones en que
"la medicalización de las residencias no se produjo", también quiso
meterse de lleno en la responsabilidad: "Siempre ha estado en la Comunidad
de Madrid. No podemos ser tan frívolos como para intentar quitarnos de en
medio". Y no dudó en hablar de la inacción de la Consejería de Sanidad. O
de las cartas que envió a su homólogo Enrique Ruíz Escudero para reclamar, sin
éxito, medidas urgentes que permitieran evitar la muerte de ancianos en los
geriátricos –"En lugar de enviar médicos, enviáis listados"–.
"No consideraron a las residencias como una prioridad. Fue el mayor error
que cometió Sanidad", dijo Reyero, quien aprovechó su participación en el
evento para pedir a Más Madrid que pelee para que se recupere la comisión de
investigación de residencias, que cayó tras el adelanto electoral del 4M y que
desde la oposición ya han pedido reabrir.
Fuente: El
Plural.com