Aparentemente se trataba de una
reunión comercial como otra cualquiera entre un empresario y representantes de
la empresa de ciberseguridad israelí, CSO Group, que le ofrecieron utilizar su
teléfono móvil para un experimento. El empresario aceptó el reto, facilitó su
número de teléfono a los empleados de CSO group y, sin tocar la pantalla, lo
dejó sobre la mesa a la vista de todos.
La reunión transcurrió con normalidad
hasta que, según relata Motherboard, pasados "cinco o siete minutos"
el escritorio de su teléfono móvil apareció en la pantalla de la sala de
reuniones.
La empresa israelí era capaz de
acceder a toda la información de su terminal, incluyendo a sus correos
electrónicos y a los SMS. Además, también accedieron de forma remota al
micrófono y a la cámara del terminal sin precisar de la intervención de su
dueño.
Se trataba de una pequeña demostración
sobre el poder de su programa espía, Pegasus, que se emplea en más de 40 países
en todo el mundo.
Pese a que los principales usuarios de
Pegasus, fabricado por NSO Group, son empresas y fuerzas y cuerpos de seguridad
del Estado, estos no siempre son democráticos y varios organismos de derechos
humanos denuncian que se ha empleado para espiar a activistas por los derechos
humanos, a trabajadores de ONGs y a periodistas en países como México y los
Emiratos Árabes Unidos.
Por otro lado, la empresa también se
enfrenta a distintos pleitos por hackeos ilegales. Según el New York Times, NSO
Group hackeó con Pegaus a un príncipe, un emir y un periodista de los Emiratos
Árabes Unidos con el fin de impresionar a uno de sus potenciales clientes.
Pegaus es, posiblemente, el software
más completo en materia de espionaje de teléfonos móviles que existe en la
actualidad que, además de la información almacenada previamente en los
teléfonos móviles, es capar de acceder a la cámara y a la información
relacionada con el GPS.
Según datos de Motherboard, NGO Group
cuenta con más de 600 empleados, de los que 250 trabajan en el ámbito de la
investigación y el desarrollo ya que, mediante las constantes actualizaciones,
los grandes fabricantes de teléfonos móviles buscan la forma de parchear las
brechas de seguridad que Pegasus utiliza para hacerse con el control de los
teléfonos.
Fuente: elmundo.es