27 de diciembre de 2023

RESUMEN 2023. De las miserias humanas y crisis humanitarias que no cesan.

 Las cifras de víctimas consecuencia de ambiciones políticas y desastres naturales, no paran de crecer a nivel mundial. Según Naciones Unidas, el triste récord del número de personas que necesitan ayuda humanitaria en el mundo alcanza 360 millones, un 30% más que en 2022. Más de 110 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares. La inseguridad alimentaria se acentúa, y más de 260 millones de personas corren el riesgo de sufrir hambruna.


Algunas crisis acaban de empezar, otras llevan enquistadas décadas y otras se agudizan con los efectos de desastres naturales y guerras. Valga como ejemplo los siguientes casos.

UCRANIA

En 2022 asistimos a la mayor crisis humanitaria en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, cuando Rusia lanzó una invasión a gran escala en Ucrania, y ahora que dicha  guerra se acerca a su segundo aniversario, que por el momento ha causado miles de víctimas de ambos ejércitos, que incluyendo muertos, heridos y desaparecidos, y sumados todos ellos, rondarían el millón. Además arrojan cifras, de más de 17 millones de personas en Ucrania que necesitan ayuda humanitaria urgentemente; entre ellas, más de 5 millones de personas desplazadas internas debido a la guerra. En junio de 2023, se tenía registro de más de 8,2 millones de personas refugiadas procedentes de Ucrania en todo el mundo.

Se debe seguir trabajando para para esta guerra sin sentido, que ya ha derivado en que la Corte Penal Internacional emita una orden de arresto contra Putin por crímenes de guerra en Ucrania, termine de una vez por todas, con un acuerdo de paz que permita que las fronteras de Ucrania coincidan con las que había antes del inicio de la invasión rusa.

PALESTINA

Desde principios de 2023, la situación ha empeorado con un aumento de los casos de violencia, incluidos ataques a la población palestina por parte de colonos, demoliciones e incursiones militares en otros campos de refugiados, agravados ahora con el genocidio palestino a manos del ejército israelí, que protegido por Estados Unidos, haciendo uso de su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde por segunda vez, ha votado en contra de exigir un alto el fuego en la que debería llamarse guerra palestino-israelí, que impidiese la continuación del exterminio palestino, que después de 75 días desde el inicio del conflicto, ya alcanzan los 22.000 muertos entre Gaza y Cisjordania (sin contar los 8.000 desaparecidos) siendo el 75% niños y mujeres.

Poner fin a esta situación, necesita, más que nunca, un llamamiento de todos los países y organizaciones internacionales que exijan la aplicación de las leyes internacionales y del derecho humanitario, a las que la potencia ocupante e invasora de Israel, debe adherirse y respetar.

JORDANIA / SIRIA

Jordania ya acogía millones de personas refugiadas palestinas, cuando hace 12 años estalló la guerra en Siria. Más del 80% de las personas refugiadas viven por debajo del umbral de la pobreza y en condiciones deplorables, sin acceso a los servicios básicos mínimos. En este escenario, las mujeres refugiadas se encuentran en una situación muy vulnerable: sin acceso a atención médica, víctimas de la discriminación social y laboral y sin protección frente a la violencia de género.

HAITÍ

La población en Haití no puede más, se encuentra en una situación crítica. Las sequías, cada vez más prologadas, y la falta de lluvias junto con las dificultades para acceder a crédito rural y a productos como semillas o fertilizantes, impiden a muchas familias sacar adelante sus cultivos y afecta al ganado, que ya no encuentra suficiente para comer y beber. Todo ello agrava la situación de hambruna que sufre casi la mitad del país, unos 4,9 millones de personas, según Naciones Unidas.

En los últimos meses, el país ha tenido que hacer frente a la subida del precio del combustible, que ha incrementado el precio de todos los alimentos y, por tanto, ha reducido el poder adquisitivo de los hogares, especialmente de los más vulnerables. Asimismo, el fenómeno del «pays lock», con puertos y carreteras cerradas y la violencia de las bandas organizadas, ha dificultado la compra de productos de primera necesidad durante varios meses, aumentando las personas en riesgo de inseguridad alimentaria.

MALI

En Mali se logró asegurar nueva financiación para continuar el trabajo humanitario con nuestra socia GREFFA. Actualmente la región de Gao es una de las zonas más vulnerables en Mali. Alejada de la protección del Estado, la población tiene que sobrevivir con unos recursos mínimos en medio de un escenario bélico. Para las mujeres y niñas que sufren violencia de género la situación es extremadamente dura. Por eso, desde Alianza por la Solidaridad-ActionAid estamos apoyando a las mujeres supervivientes de violencia de género. Así ellas puedan tener la oportunidad de poder acceder a servicios multisectoriales de atención.

Junto a organizaciones locales, intentamos ofrecer apoyo a la población que, desde una posición de extrema vulnerabilidad, tiene que contar con los derechos y las estructuras que les permitan continuar con sus vidas sin violencia. Además, también trabajamos en la restitución de medios de vida, construcción de paz y en garantizar estándares seguros de agua y saneamiento.

COLOMBIA

Más de 50 años de conflicto armado en Colombia arroja cifras aterradoras: más de 260.000 personas asesinadas –de las cuales 81% son civiles–, 36.000 secuestros y 7.000.000 de desplazamientos forzosos.

El camino hacia la paz sigue siendo arduo pero la población colombiana, que durante medio siglo ha hecho frente a profundas desigualdades sociales y altos niveles de pobreza y exclusión, lo afronta con gran esperanza. De entre todas las personas afectadas, los grupos que más han sufrido las consecuencias de este conflicto han sido niños y niñas, mujeres y las comunidades indígenas y afrodescendientes, debido al reclutamiento forzoso de menores, al control de las comunidades por grupos armados y al altísimo índice de violencia sexual y de género.

POSDATA

Con estos datos, la felicitación navideña, como siempre llega descafeinada, porque solo la disfrutan países del primer mundo, siempre y cuando no estén en guerra, al resto solo les toca doble ración de pan y agua, que no es el caso de Palestina.

¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!

Fuente: Alianza por la solidaridad.org