La Agencia Tributaria potenciará la inspección de la economía digital
este año, investigando a empresas y particulares que ofrezcan servicios en
Internet.
Parece que la Agencia Tributaria (AEAT) se va a poner manos a la obra
en la tarea de perseguir el fraude fiscal en la llamada “economía digital”.
Para ello, fijará patrones de riesgo fiscal en las actividades económicas
realizadas exclusivamente a través de Internet, según avanza el Plan de Control
Tributario 2014, publicado hoy en el Boletín Oficial del Estado.
A diferencia de la Comisión Europea, el Ministerio de Hacienda no se
centrará específicamente en la elusión fiscal de las grandes compañías de
Internet, sino que efectuará actuaciones de control sobre todas las personas
físicas o entidades titulares de páginas web receptoras de publicidad, para
asegurarse de que tributan adecuadamente por
estos ingresos. De este modo, buscará los datos de visitas para
contrastarlos con las facturaciones que declaran las empresas.
La AEAT priorizará la captación y explotación de información disponible
en Internet que permita descubrir actividades ocultas. Para ello, vigilará
páginas de anuncios, portales y redes sociales para detectar a los
profesionales que ofrecen sus servicios y no los declaran a Hacienda, según
Vozpopuli. Asimismo, realizará operaciones de inspección sobre los fabricantes
de productos o prestadores de servicios que comercialicen bienes o servicios
por la Red.
Hacienda sostiene que el uso de la tecnología ha modificado la forma de
relación entre comprador y vendedor. Por ello, también deben cambiarse las
actuaciones de la Agecnia Tributaria, que tiene que hacer frente a “nuevas
formas de fraude”. Para la Administración, la deslocalización que propicia
Internet facilita la existencia de actividades sumergidas, además del uso de
negocios en apariencia extranjeros pero que en realidad pertenecen a empresas
españolas que intentan eludir sus obligaciones fiscales.
Junto a estas actuaciones, también se fiscalizará la “planificación
fiscal agresiva”, poniendo el foco en los contribuyentes con residencia fiscal
en España que se sirven de entidades o estructuras híbridas para eludir el pago
de impuestos.
Fuente: ITespresso