Las consecuencias de dicho apagón mayoritariamente son negativas, aunque no todas.
Las lógicas incomodidades para usuarios de trenes
eléctricos cuyo viaje fue interrumpido por la caída total del sistema eléctrico
y también para los atrapados en ascensores o para los que viven gracias a la
ayuda de los respiradores, y como no, los enfermos que tenían que acudir a consulta médica, por no hablar de los
ingresados en los hospitales, que afortunadamente no se les privó de los
oportunos y necesarios cuidados para salvaguardar su salud, gracias a los
grupos electrógenos de los que todos los hospitales españoles están dotados,
que mantuvieron operativo toda la tecnología hospitalaria.
Pero por la parte
positiva, la ciudadanía ha aprendido por las malas, la lección de la
importancia de tener un simple radio/transistor (con pilas) y una forma de
cocinar alternativa, tan sencilla como un camping/gas o cocina de gas, para
hacer frente a la eventual caída del sistema eléctrico y la consecuente de las
telecomunicaciones. También es importante llevar dinero en efectivo, porque en
estos casos, no suelen funcionar teléfonos móviles, ni tarjetas de crédito,
como ocurrió el día del apagón.
Por otro lado,
debería valorarse las consecuencias económicas del colapso eléctrico y las
responsabilidades del mismo, aún por determinar.
Afortunadamente, a
día de hoy, se restituyó el sistema eléctrico prácticamente al 100 por 100.
Luego quedan los
hechos que fundamentan las causas del cero energético, del sistema eléctrico
Ibérico, que son los siguientes.
- El sistema cayó a las 12,33 horas (horario de Madrid) del 28/04/25.
- El origen de dicha caída fue la desaparición en 5 segundos de 15 gigavatios/hora que supone el 60% de la demanda prevista para esa hora en España.
Ahora falta
esclarecer el motivo de la desaparición de esos 15 gigavatios de potencia,
atendiendo a las siguientes prioridades.
- Determinando si el origen de dicha desaparición fue debida a un ataque cibernético.
- Caso desechar el ataque, estudiar las causas de la desaparición de tanta potencia de golpe, para en la medida de lo posible, intentar evitar que esto volviese a repetirse de nuevo.
En mi modesta opinión, con los datos disponibles y como experto en ciberseguridad, dada la enorme seguridad que tienen los sistemas informáticos centrales de las operadoras eléctricas, la gran sensibilidad de las redes eléctricas y la obligación de que el sistema eléctrico en todo momento esté balanceado entre oferta y demanda, me inclino más por un fallo técnico que por un incidente de ciberseguridad, que no excluyo, pues entiendo que es improbable pero no imposible que haya ocurrido.
Por ello, al igual
que dice el gobierno no hay que descartar ninguna hipótesis y se necesita una
profunda investigación al respecto que dirima responsabilidades futuras.
Fuente: Redacción
Poniendo el foco sobre el Apagón Ibérico
Voy a intentar echar luz sobre el Apagón Ibérico, mostrando lo que probablemente ocurrió el 28/04/25 antes de producirse el apagón.
Antonio Turiel, fue el experto que predijo el apagón
Entrevista publicada por el diario digital www.publico.es, que por el interés general seguidamente reproduzco.
El científico
descarta que las centrales nucleares sean útiles frente a los cortes de luz y
promueve el uso de energías renovables, pero estas deben contar con todas las
garantías para asegurar un sistema estable.
Estábamos avisados. Un gran apagón no era solo una distopía literaria, sino también una posibilidad que las voces científicas llevaban tiempo advirtiendo. Ahora es ya una realidad.
Antonio Turiel, físico e investigador del CSIC, autor de El futuro de
Europa: Cómo decrecer para una reindustrialización urgente (Ediciones Destino,
2024) ha sido una de las figuras más prominentes en poner sobre la mesa el
estado actual del sistema eléctrico.
En conversación con
Público, Turiel explica que el sistema eléctrico, tal y como está planteado, es
inestable. ¿La razón? "Se ha permitido una integración de energía
renovable sin los necesarios sistemas de estabilización", declara. Se
trata de una cuestión técnica, pero por utilizar un símil: "Es como si tú
compras un coche y te lo venden sin frenos", compara el científico.
Maximizar beneficios
sobre la calidad del servicio
"Los sistemas de
producción de electricidad convencionales se basan en turbinas rotatorias. Como
pesan mucho –decenas de toneladas–, dan inercia y estabilidad". Esto no
sucede con otros modos de producir luz, como son el caso de la energía eólica y
la fotovoltaica, por lo que "les cuesta responder a los cambios de
demanda". "Eso es lo que favoreció que, cuando la forma de producir
electricidad mayoritariamente era fotovoltaica, la red fue incapaz de
reaccionar a los cambios que hubo en la petición de demanda. La inestabilidad
viene de ahí".
"Cuando la forma de producir electricidad mayoritariamente era fotovoltaica, la red fue incapaz de reaccionar a los cambios de demanda"
El papel de las
renovables en el "corte cero" –como los expertos conocen a los
escenarios de apagón total– ha traído consigo cierta desinformación, con un
Partido Popular que en sus declaraciones ha mostrado una férrea defensa de las
nucleares. Pero el problema no se halla en el uso de fuentes limpias de
energía, sino en su implantación sin todas las garantías. Lo que sucedió este
lunes a las 12.33 horas "se evita con sistemas de estabilización, pero son
caros y las grandes compañías se los han ahorrado".
La maximización de
beneficios, y no las renovables, ha sido el principal problema que ha permitido
un sistema vulnerable a emergencias nacionales como la de esta semana. Y es que
del mismo modo que "no te pueden vender un coche sin frenos", Turiel
remarca que a las fuentes limpias "forzosamente se las tendría que dotar
de sistemas de estabilización".
De todos modos,
implantar estos sistemas no era lo único que se podría haber hecho. "Una
manera de compensar el problema hubiera sido manteniendo en parada caliente
centrales de gas de ciclo combinado para que pudieran reaccionar rápidamente y
compensar las bajadas", indica el del CSIC.
"Me parece una irresponsabilidad criminal por parte de las grandes compañías"
Turiel admite que,
ante una bajada tan rápida, la parada en caliente quizás no habría sido capaz
de compensarla, pero pone de relieve que "media hora antes del apagón
había señales de inestabilidad muy claras en el sistema". Entonces habría
sido el momento de activar las centrales, pero no sucedió. ¿Por qué?
"Porque el precio de la electricidad en el mercado mayorista era cero y, a
pesar de que les compensan por el gas que queman, no les daba suficiente
beneficio, así que prefirieron apagarlas del todo". "A mí esto me
parece una irresponsabilidad criminal por parte de las grandes compañías. No
entiendo cómo han podido hacer esto", critica el experto.
La falacia de las
nucleares
El líder de los
populares, Alberto Núñez Feijóo, no tardó en reclamar al Gobierno que
"rectifique" en materia nuclear y prolongue la vida de las centrales.
A su petición se sumó la presidenta de Extremadura, María Guardiola. Sus
declaraciones tienen lugar en un contexto en el que Almaraz, la central nuclear
más vieja de España y ubicada en Cáceres, tiene los días contados. De acuerdo
con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima del Gobierno, está previsto
que uno de sus reactores pare en 2027 y el segundo en 2028, hasta que la
central quede completamente desmantelada.
"Las nucleares en absoluto resuelven el problema porque son igual de inflexibles que las renovables sin sistemas de estabilización"
Sin embargo, Turiel
subraya que "la nuclear respondió muy mal a esta situación porque también
es bastante inflexible, no se adapta a los cambios". De hecho, cuando la
bajada repentina de gigawaltios tuvo lugar, sus sistemas de protección "saltaron
y las pusieron en parada de emergencia". "Las nucleares en absoluto
resuelven el problema porque son igual de inflexibles que las renovables
sin sistemas de estabilización", insiste.
¿Volverá a ocurrir
otro apagón?
Múltiples voces
expertas en la materia venían tiempo apuntando al estado del sistema eléctrico
y sus posibles consecuencias, como un gran apagón. Ya ha sucedido, y en este
contexto, cabe preguntarse: ¿volverá a hacerlo? De acuerdo con Turiel, es
altamente improbable que lo haga en el corto plazo. "En el momento del
apagón, los ciclos combinados representaban solamente el 3% del consumo total.
Ahora mismo representan el 40%. Con tal grado de estabilización por ciclos
combinados y por hidroeléctrica, no va a pasar".
La cuestión, no
obstante, va más allá del futuro más cercano. Y el reto que el corte cero del
lunes plantea tiene que ver con una configuración resiliente del sistema
eléctrico también en el largo plazo. "Esto no se puede volver a
permitir", resalta el científico. Para ello, Turiel asume que en el corto
plazo sería complicado implantar todos los sistemas de estabilización
necesarios para las fuentes renovables en España. Por este motivo, considera
importante "tener al quite las centrales de gas de ciclo combinado para
compensar los problemas que se puedan observar".
Asimismo, hay una
cuestión fundamental para mantener las condiciones de posibilidad de la propia
vida: decrecer. "El primer paso es aceptar que no podemos seguir con la
idea de crecer para siempre en un planeta finito en los que los recursos son
menguantes", resalta el experto del CSIC. "El paso que se necesita es
cambiar la manera de producir y cambiar la manera de consumo", reivindica.
Turiel reitera que son muchos los
cambios que se deben llevar a cabo, "pero bueno, lleva tiempo. Y lleva
tiempo explicarlos también".
Fuente: ww.publico.es
CONCLUSION
Esperemos que las operadoras eléctricas, si resultan implicadas en el gran apagón del 28/04/25, se hagan responsables de las consecuencias del mismo. Puesto que, como arriba ha quedado demostrado, previamente al colapso eléctrico de ese día, eran conocedoras de la necesidad de renovar las infraestruras, adaptando las renovables con las mejoras necesarias para hacerlas estables en todo momento, con el resto de tecnologías generadoras de electricidad, y así evitar los costosos apagones eléctricos.
Fuente Redacción