1 de mayo de 2025

Cómo garantizar la estabilidad de las redes eléctricas con una participación creciente de renovables

El apagón que afectó este lunes a la península ibérica evidenció la fragilidad de un sistema eléctrico cada vez más complejo. La mayor penetración de las energías renovables obliga a repensar cómo operamos y protegemos una infraestructura crítica.

Artículo publicado en Agencia Sinc.es  que por el interés general reproduzco a continuación


Abril es un mes que se caracteriza por una menor demanda eléctrica, ya que no se precisa ni calefacción ni aire acondicionado intensivos y es ideal para que las renovables cubran gran parte del consumo.

El pasado 28 de abril fuimos testigos de un evento indeseado, como fue, el fallo de todo un sistema eléctrico, una de las infraestructuras más complejas y costosas jamás construidas por la humanidad. Este tipo de sistema agrupa a miles de profesionales de diversas áreas –ingeniería, economía, operaciones, mantenimiento, y más– que colaboran día a día para que la electricidad fluya de forma continua, invisible y silenciosa desde las plantas generadoras hasta los millones de consumidores.
“Aunque ahora abundan las hipótesis, necesitaremos días o incluso semanas para comprender con certeza lo ocurrido”

Algo claramente salió fuera de lo previsto, provocando consecuencias de gran alcance. Aunque ahora abundan las hipótesis, necesitaremos días o incluso semanas para comprender con certeza lo ocurrido. Para aproximarnos a una explicación, conviene repasar cómo funciona y se mantiene en equilibrio un sistema eléctrico moderno.


El equilibrio es fundamental

Desde el punto de vista técnico, la red eléctrica está diseñada para mantener, en todo momento, un balance preciso entre la energía generada y la consumida. Cuando este equilibrio se rompe, incluso por milisegundos, pueden producirse inestabilidades transitorias. Si el desequilibrio persiste más allá de unos pocos segundos, el riesgo de un colapso del sistema se incrementa considerablemente.

En los sistemas de corriente alterna, la frecuencia de la señal eléctrica –50 Hz en Europa– actúa como indicador clave de este equilibrio. Una frecuencia superior a la nominal sugiere un exceso de generación; una frecuencia inferior, una carencia. Por ello, los Códigos de Red establecen márgenes estrictos de tolerancia tanto para la frecuencia como para la tensión. 

“La red eléctrica está diseñada para mantener un balance preciso entre la energía generada y la consumida. Cuando este equilibrio se rompe, incluso por milisegundos, pueden producirse inestabilidades transitorias”

Si un generador o subestación se desvía de esos márgenes, los sistemas de protección están diseñados para aislarlos automáticamente, evitando efectos indeseados o impredecibles. Cuando se habla de que el sistema “perdió generación”, generalmente se refiere a la desconexión de generadores causada por estas protecciones, ante condiciones anómalas. Esto es justo lo que pasó el pasado día 28 y provocó una cadena de eventos llevándonos al apagón.


¿Cómo mantener la estabilidad de la red?

Históricamente, la estabilidad de la red eléctrica dependía de la llamada “masa rotativa”: la inercia mecánica de los grandes generadores síncronos conectados directamente a la red. Esta inercia actuaba como un amortiguador natural frente a perturbaciones rápidas, ayudando a mantener la frecuencia estable frente a cambios bruscos en la generación o la demanda.

Sin embargo, las fuentes renovables modernas, como la solar fotovoltaica y la eólica, no disponen de esta capacidad. Están conectadas a la red mediante convertidores electrónicos de potencia, los cuales, por su diseño, no reaccionan de forma automática a las variaciones de frecuencia ni participan activamente en el control de la tensión, salvo que se programen específicamente para ello.

“Históricamente, la estabilidad de la red se apoyaba en la inercia de grandes generadores; las renovables carecen de esta capacidad, pues están conectadas por convertidores electrónicos de potencia, que requieren control específico para aportar esa función”

Además de su dimensión técnica, el sistema eléctrico es un ecosistema económico sofisticado. Funciona mediante diferentes mercados, principalmente el mercado de energía (que define el mix de generación horaria) y el mercado de servicios de ajuste (que garantiza el equilibrio en tiempo real incluso ante contingencias).

Estos mercados buscan minimizar el coste global de la energía, pero la incorporación creciente de renovables –que, una vez instaladas, generan a coste marginal cero– aumenta la necesidad de servicios auxiliares para asegurar la estabilidad del sistema. En otras palabras, lo que se gana en eficiencia económica puede requerir mayores inversiones en fiabilidad operativa.


Cuando las renovables son mayoritarias

El mes de abril, caracterizado por baja demanda eléctrica (ni calefacción ni aire acondicionado intensivos), es ideal para que las renovables cubran gran parte del consumo. Esto reduce el coste de producción, pero también implica operar la red en condiciones de baja inercia, con menos generadores rotativos y más convertidores electrónicos. Todo indica que el incidente del 28 de abril se produjo bajo estas condiciones, que, sin duda, contribuyeron al fallo.

Afortunadamente, los convertidores modernos ya pueden ser controlados para imitar el comportamiento de la generación rotativa, ofreciendo soporte de inercia y ayudando a estabilizar frecuencia y tensión.

"El mes de abril, caracterizado por baja demanda eléctrica es ideal para que las renovables cubran gran parte del consumo. Esto reduce el coste de producción, pero implica operar la red en condiciones de baja inercia, lo cual pudo contribuir al fallo"

Los investigadores de la Unidad de Sistemas Eléctricos de IMDEA Energía trabajamos en el desarrollo de nuevos algoritmos de control para convertidores de potencia que sirvan como interfaces para fuentes renovables y para baterías. Para que esto sea una realidad generalizada, se requieren cambios en la regulación, incentivos económicos y nuevos esquemas de remuneración que valoren estos servicios.

En países como España, que operan redes relativamente aisladas, ya se están creando mercados específicos para servicios de estabilidad –como la inercia real o virtual–, y se están revisando los requisitos de conexión para permitir que las renovables participen activamente en el control del sistema.

Desde la perspectiva de un ingeniero, queda claro que, para garantizar la fiabilidad de los sistemas eléctricos bajo condiciones operativas cada vez más exigentes, necesitamos repensar los principios tradicionales de operación. No se trata solo de adaptarse, sino de definir nuevas especificaciones para un sistema, un producto vital, que evoluciona rápido y del que todos dependemos.

Milan Prodanovic, investigador sénior y jefe de la unidad de Sistemas Eléctricos en IMDEA ENERGÍA

Javier Roldán Pérez, investigador titular de la Unidad de Sistemas Eléctricos en IMDEA Energía, IMDEA

Fuente: Agencia Sinc.es

 

ANEXO I

Conceptos básicos

1)  Sistema eléctrico español.-  Es un sistema eléctrico basado en que solo se genera la electricidad necesaria para ser consumida al momento.

a)  Cuando existe un desequilibrio por exceso de generación, la energía eléctrica sobrante se destruye o se acumula en baterías (en pocos casos)

b)  Pero cuando el desequilibrio se da porque no hay suficiente energía eléctrica generada para atender las demandas, si las medidas de respaldo fallan, bien porque no existen o no funcionan, se producen desequilibrios que pueden derivar en el apagón total del país, como ocurrió el otro día en España.

2)  Masa Rotativa.- Generada por la inercia mecánica de los grandes generadores

a)  La inercia mecánica de los grandes generadores se genera solo en las tecnologías tradicionales (incluida la hidráulica) como consecuencia del giro de las turbinas.

b)  Las renovables, que genera la electricidad por medio de convertidores electrónicos de potencia, no generan la inercia mecánica, a no ser que estos sean programables, para que si lo hagan.

3) Soluciones de estabilidad a la integración de las renovables en el sistema eléctrico.

a)  Utilizar convertidores de potencia programables para que simulen la inercia mecánica aportada por los grandes generadores.

b)  Conectarse a la red eléctrica europea, bien por Francia o bien por Italia.

c)  Utilizar grandes baterías de acumulación, donde se guarde la electricidad generada y no consumida, para luego ser utilizado en situaciones límite y así evitar apagones como el del otro día.

    Australia utiliza esta última técnica y TESLA, la empresa de Elon Musk, fue quien desarrolló el sistema de baterías de acumulación de electricidad sobrante.

Fuente: Redacción 


ANEXO II

La batería más grande de Tesla en Australia

Fue fabricada para la empresa de energías renovables Neoen, tiene una capacidad de almacenamiento de 129 megavatios-hora (MWh) y una potencia de 100 megavatios. Se  construyó en el Hornsdale Reserve y es capaz de alimentar hasta 30.000 hogares durante una hora.

 

Detalles adicionales:

  • Ubicación.- La batería se encuentra en el Hornsdale Power Reserve en Australia, cerca del Hornsdale Wind Farm.
  • Propósito.- Inicialmente, la batería se construyó para ayudar a estabilizar la red eléctrica australiana, especialmente ante la creciente integración de energías renovables variables como la solar y la eólica.
  • Beneficios.- La batería puede absorber breves fallos en la red, reduciendo los cortes de energía para los residentes y aliviando la carga de la red. También puede ser utilizada para almacenar energía cuando los precios son bajos y venderla cuando la demanda es alta.
  • Capacidad de almacenamiento.- Puede almacenar 129 MWh de energía.
  • Potencia de descarga.- Puede descargar 100 MW de potencia.
  • Expansión.- Desde su construcción inicial, la batería ha sido ampliada a 150 MW, aunque la capacidad de almacenamiento ha aumentado a 194 MWh, según algunas fuentes.
Fuente: Redacción

ANEXO III

Medidas de respaldo de la red eléctrica de España 

 Éstas incluyen la red de transporte de alta tensión, la regulación secundaria para el equilibrio entre generación y demanda, y la capacidad de intercambio comercial entre diferentes regiones.

  • Red de transporte.- La red de transporte, gestionada por Red Eléctrica de España (REE), es una red mallada de alta tensión (400 kV y 220 kV en la Península, y 220 kV, 132 kV y 66 kV en Baleares y Canarias) que asegura la distribución segura y fiable de la electricidad.
  • Regulación secundaria.- Este servicio, también gestionado por REE, corrige los desvíos en el equilibrio entre generación y demanda, tanto a nivel de intercambio previsto como en la frecuencia del sistema.
  • Capacidad de intercambio.- La capacidad de intercambio entre diferentes regiones, como la prevista para el mes de abril de 2025, permite un flujo de electricidad entre zonas con exceso de demanda y zonas con exceso de generación.

   En resumen, la red eléctrica nacional se beneficia de una red de transporte robusta, de mecanismos de regulación para el equilibrio entre oferta y demanda, y de interconexiones que permiten un intercambio fluido de energía entre regiones.


   Lamentablemente, el día del apagón fallaron las medidas de respaldo, o no fueron suficientes, por lo que entiendo habrá que darles una vuelta a todas ellas y/o  quizás añadir nuevas medidas de respaldo.

Fuente: Redacción