9 de octubre de 2016

KASPERSKY LAB. Análisis de amenazas presente y futuras de cajeros automáticos

De acuerdo con una investigación de Kaspersky Lab sobre ciberdelincuencia sumergida, ya existen al menos doce vendedores que ofrecen skimmers capaces de robar las huellas dactilares de las víctimas. Y al menos tres de ellos ya están analizando dispositivos que podrían obtener ilegalmente datos de los sistemas de reconocimiento de venas de la mano y del iris.
Los “shimmers” son básicamente dispositivos capaces de recoger información de los chips de la tarjeta, con información suficiente para llevar a cabo una ataque de retransmisión online. La industria bancaria está respondiendo con nuevas soluciones de autenticación, algunos de los cuales están basados en biometría.
El problema de la biometría radica en que es imposible cambiar la imagen de la huella digital o el iris, a diferencia de las contraseñas o códigos PIN que pueden ser fácilmente modificados en caso de estar comprometidos.
Los datos biométricos se registran también en los pasaportes modernos – llamados pasaportes electrónicos – y visados. Por lo tanto, si un ciberatacante roba un pasaporte electrónico, tendrá acceso a los datos biométricos de esa persona.
Intrahistoria de las amenazas para cajeros automáticos
  • La primera ola de skimmers biométricos en “pruebas de pre-venta” se detectó en septiembre de 2015. Los resultados de los analistas de Kaspersky Lab revelan que durante las pruebas iniciales, los desarrolladores descubrieron varios errores. Sin embargo, el problema principal era el uso de módulos GSM para la transferencia de datos biométricos -que eran demasiado lentos para transferir el gran volumen de datos obtenidos. Como resultado, las nuevas versiones de skimmers utilizarán otras tecnologías más rápidas para la transferencia de datos.
  • También se han detectado chats de debate en comunidades sumergidas en relación con el desarrollo de aplicaciones móviles basadas en la colocación de máscaras sobre el rostro humano. Con este tipo de aplicación, los ciberatacantes pueden tomar la foto de una persona publicada en las redes sociales y usarla para engañar a un sistema de reconocimiento facial.
  • El problema de la biometría es que es imposible cambiar la imagen de la huella digital o el iris, a diferencia de las contraseñas o códigos PIN que pueden ser fácilmente modificados en caso de estar comprometidos. Por lo tanto, si los datos se ven comprometidos una vez, no será seguro usar ese método de autenticación de nuevo. Es muy importante mantener dichos datos protegidos y transmitirla de manera segura. Los datos biométricos se registran también en los pasaportes modernos – llamados pasaportes electrónicos – y visados. Por lo tanto, si un ciberatacante roba un pasaporte electrónico, tendrá acceso a los datos biométricos de esa persona. Roban la identidad de una persona.
  • El uso de herramientas capaces de poner en peligro los datos biométricos no es la única ciberamenaza potencial frente a los cajeros automáticos, de acuerdo con los analistas de Kaspersky Lab. Los hackers continuarán realizando ataques basados en malware, ataques de blackbox y ataques a la red para aprovechar los datos que luego pueden ser utilizados para robar el dinero de los bancos y sus clientes.
Fuente: Diarioti.com