Durante sus 100 primeros días en el poder, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado más de un centenar de órdenes ejecutivas para aplicar aranceles, combatir la migración irregular (y de la otra) o desmantelar el Gobierno federal sin tener que recurrir al Congreso, una campaña que están intentando frenar los tribunales y que expertos calific bu buan de peligrosamente autoritaria.
El presidente Trump desestabiliza los mercados y las relaciones diplomáticas, en tan solo 100 días.
La vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca ha desequilibrado la situación geopolítica y financiera mundial. Su forma de gobernar brutal y
caótica ha convertido a Estados Unidos en el principal factor de
desestabilización de los mercados y de las relaciones diplomáticas
internacionales. La imprevisibilidad ha repercutido negativamente a su
valoración entre la población. Los siguientes gráficos muestran las
turbulencias provocadas por sus decisiones erráticas en los primeros 100 días
de mandato, que cumplirá el próximo miércoles.
1. Provocó
el desplome de las Bolsas mundiales con el ‘Día de la liberación’
La economía global entró en un estado de tensión máxima desde el momento
en el que Trump se inventó una guerra comercial errática, imponiendo aranceles
indiscriminados a amigos y enemigos para luego suspenderlos.
El S&P 500, índice que agrupa a las mayores compañías de Estados
Unidos, acumula pérdidas del 9% desde que el republicano volvió a la Casa
Blanca, el pasado 20 de enero. El 8 de abril, cuando entraron en vigor los aranceles, la caída llegó
a alcanzar el 18%.
Tras la primera sacudida, las subidas han sido generalizadas: el Ibex 35
por ejemplo se apunta una subida del 11% desde el cambio de presidencia en
Washington.
Sometido a la presión de los mercados, Trump accedió a suspender
temporalmente los aranceles durante 90 días, salvo para China.
La volatilidad se ha instalado en los mercados, espoleada por comentarios o
publicaciones en las redes sociales. ¿Comentario
proteccionista de Trump o de su equipo? Las Bolsas caen. ¿Otro más conciliador?
Rebotan al alza.
2. Para la
Bolsa, el arranque de su presidencia fue el peor en décadas
¿Cómo se compara este inicio con anteriores presidencias? En el gráfico
mostramos la evolución del S&P 500 durante los primeros 94 días de cada
mandato. La caída de un 9,3% en este segundo mandato de Trump es la peor
inauguración de las últimas 14 presidencias, por lo menos.
La entrada de Trump deja incluso en buen lugar la llegada al poder de Gerald Ford en 1974 tras la dimisión de Richard Nixon por el Watergate (-8,9%), y empeora de momento la toma de posesión de George W. Bush, que entró en el Despacho Oval en plena crisis de las puntocom (-8,5%).
3. y 4. Se dispara el riesgo de recesión en EE UU
Según la comunidad de predicción Polymarket, la probabilidad de que EE
UU entre en recesión antes de que termine el año es del 55%. No es un
porcentaje abrumador, y quiere decir que muchos observadores creen que no habrá
recesión. Quienes la descartan se apoyan en cifras como las que muestran un mercado de trabajo robusto, donde la tasa de paro es de solo el 4,2%.
Cuando la primera potencia económica echa el freno lastra las cuentas
del resto de países. Esta semana, el Fondo Monetario Internacional ha rebajado
su previsión de crecimiento del PIB de EE UU en 0,9 puntos, hasta el 1,8%, y
asigna una probabilidad de recesión del 37%. Para el conjunto de la economía
mundial, la previsión de crecimiento para 2025 baja del 3,3% al 2,8%. De las
mayores economías del mundo, solo España mejora sus expectativas.
5. Norteamericanos consideran que su economía va a peor
La opinión pública estadounidense no es ajena a la imprevisibilidad de
quién está al mando. Los primeros meses de Trump en el cargo han dejado poco
margen para el optimismo económico. El 52% de los estadounidenses consideran que la economía está empeorando. Esta cifra ha crecido de forma casi
ininterrumpida desde la investidura, cuando no llegaba al 40%.
6. Menos popular que Biden en mismo tramo mandato
En 92 días, Trump había caído casi 24
puntos por debajo de la marca de Biden en el mismo periodo. Ha empeorado
incluso su propia marca: en 2017 estaba cinco puntos más arriba.
El retorno de Trump ha teñido de hostilidad la relación de EE UU con sus aliados clásicos. La ruptura es evidente en Canadá, donde el 64% de los ciudadanos consideraban en marzo que Trump es un enemigo (14 puntos más que en febrero). Es el resultado de tres meses de desconfianza creciente alimentada por los aranceles, las presiones en políticas migratorias y las disputas por la soberanía del Ártico, entre otras.
7. 8. y 9. Ha alejado a aliados como Canadá y UE
La diferencia con
hace unos años es abismal. En el verano de 2020, a una pregunta similar, los
canadienses que consideraban que EE UU era un país amigo rozaban el 70%.
Los múltiples focos
de enfrentamiento en Europa ―el compromiso con la OTAN, la
situación en Ucrania, los aranceles y otras tensiones comerciales― también
se reflejan en las encuestas de opinión sobre EE UU. Especialmente pronunciado
es el deterioro de la imagen del país en Dinamarca, señalada también por las
referencias de Trump a su voluntad de anexionarse Groenlandia. España,
Alemania, Francia, el Reino Unido y, en menor medida, Italia, también han
empeorado su percepción.
En el Reino Unido,
los aranceles ―en este caso del 10%― han lastrado lo que ambas partes
calificaban hasta hace poco como una “relación especial”. El panorama económico cada vez más
incierto en Londres, con una previsión de crecimiento rebajada en 0,5 puntos
por el FMI, va acompañado de un bajón de 18 puntos porcentuales en la
popularidad de Trump entre los británicos. El más pronunciado en los últimos
cinco años.
10. Ha
debilitado la alianza de la OTAN
Los ataques de los altos cargos de Trump a los europeos ―“patéticos” y “gorrones”,
llegó a decir el secretario de Defensa, Pete Hegseth, en un chat― han partido
el bloque geopolítico occidental, aglutinado alrededor de la OTAN.
El impulso de Trump
por reactivar la relación estadounidense con Rusia, reconociéndole estatus de potencia, ha hecho replegar a los considerados como aliados hace
apenas unos meses. El porcentaje de británicos dispuestos a emplear “fuerzas
militares” para ayudar a EE UU frente a un hipotético ataque ruso ha caído del
58% al 42%. En todos los países encuestados, la voluntad de socorrer a EE UU se
ha debilitado.
Fuente: El Pais.com
CONCLUSIÓN
Si el título de este artículo lo hubiese escrito el Papa Francisco, que en paz descanse, con toda seguridad diría así, "Lo que Dios ha unido que no lo separen los hombres"
Aunque entiendo que Trump no se considerará así mismo, como "el representante del maligno en la tierra", sino más bien, como candidato a primer emperador de USA, con aspiraciones de convertirse en deidad. Solo recordar que Satanás y Hades eran dioses, pero del infierno y del inframundo, respectivamente.
Lo que está claro, es que hacer política al modo autoritario de Trump, Putin o Netanyahu, tiene para ambos tres consecuencias comunes a corto plazo.
- Por un lado se libran de las cuentas pendientes con la Justicia.
- Pero por otro lado, al igual que le ha ocurrido a Putin (que para occidente tiene estatus de paria y todos los rusos están pagando las consecuencias) si Trump cae del séptimo cielo, donde cree estar, y desciende a los infiernos, las consecuencias en este caso no solo lo pagarían los estadounidenses, que también, sino de rebote, incluso Netanyahu y todos los israelíes, al perder el paraguas protector de su aliado norteamericano.
- Y después, ya veríamos las consecuencias para el resto del mundo.