La "podredumbre cerebral" se refiere al deterioro mental causado por el consumo excesivo de contenidos triviales o poco edificantes, particularmente en línea.
Impacto en el cerebro
Investigaciones de instituciones como
la Universidad de Oxford y el King’s College demuestran que el consumo excesivo
de contenidos basura está afectando negativamente el cerebro, reduciendo la
materia gris, acortando la atención, debilitando la memoria y distorsionando
procesos cognitivos fundamentales.
El término "podrido" no es
exagerado, ya que la ciencia ha demostrado efectos tangibles en el cerebro por
el consumo compulsivo de contenido superficial.
Investigaciones clave
Un estudio de 2023 evidenció que la
adicción a internet, incluida la práctica del doomscrolling, provoca cambios
estructurales en el cerebro, afectando la capacidad de atención y los procesos
ejecutivos.
Michoel Moshel, investigador en la
Universidad de Macquarie, explica que las funciones diseñadas para enganchar a
los usuarios, como el desplazamiento infinito, alteran la atención y percepción
del mundo.
Efectos sobre la atención
Eduardo Fernández Jiménez, psicólogo
clínico, destaca que el uso excesivo de redes sociales afecta la atención
sostenida, crucial para el aprendizaje académico, ya que los usuarios están
expuestos a estímulos cambiantes y adictivos, lo que interrumpe su
concentración.
Historia y advertencias previas
El primer aviso sobre estos efectos
surgió con el correo electrónico en 2005. Investigaciones encontraron que el
uso diario del correo y teléfono móvil reducía el coeficiente intelectual en 10
puntos.
Con el auge de plataformas como
Twitter, Instagram y TikTok, el panorama actual es aún más preocupante, con
investigaciones que vinculan el abuso de internet con la disminución de la
materia gris en las zonas del cerebro relacionadas con la resolución de
problemas y la regulación emocional.
Cambios neuroanatómicos y desarrollo en
adolescentes
El consumo excesivo de internet se ha
relacionado con la reducción de materia gris en regiones del cerebro que
afectan el procesamiento de recompensas, el control de impulsos y la toma de
decisiones, con efectos similares a las adicciones a sustancias.
En los adolescentes, estos cambios
pueden interrumpir procesos clave como la formación de identidad y la cognición
social, especialmente en aquellos con mala salud mental.
Recomendaciones para mitigar el impacto
El psicólogo Carlos Losada sugiere
reconocer el problema, desconectar y realizar actividades que fomenten la
interacción física, como hacer deporte o socializar.
Moshel también aconseja priorizar
contenido educativo, evitar características adictivas en los contenidos, y
establecer límites de uso diario de pantallas, complementados con pausas
regulares.
CONCLUSIÓN
La clave para equilibrar los efectos
del uso de pantallas está en la calidad y cantidad del contenido consumido,
junto con un enfoque consciente en las actividades que promuevan la salud
cerebral y el bienestar general.
Fuente: elpais.com