29 de julio de 2014

ROBOTICA. ¿Y si el CEO de tu empresa fuese un robot?

Una empresa asiática dedicada a la gestión de fondos de inversión se ha convertido en la primera en contar con un robot en su junta directiva. En el organigrama de la japonesa Deep Knowledge Ventures, especializada en inyectar capital a proyectos de biotecnología, figura desde mayo 'Vital'. Aunque podría tratarse del apellido de un ejecutivo occidental versado en mercados, 'Vital' son en realidad las siglas (en inglés) de un software que analiza tendencias de inversión en el sector de la salud.
Este ‘ejecutivo virtual’ fue diseñado por Aging Analytics, una firma británica especializada en proveer este tipo de tecnología a aseguradoras, fondos de pensiones y organismos oficiales. ‘Vital’ se creó con el objetivo de que "predijera de forma autónoma el éxito de un proyecto o una empresa desde que empieza a dar sus primeros pasos", explica el analista de la compañía Andrew Garazha al diario británico Daily Mail. Aging Analytics espera que otras firmas de capital riesgo y fondos de inversión alternativos sumen pronto a sus directivas sus propios ejecutivos robot.
Un miembro más del equipo La principal razón por la que la Deep Knowledge Ventures decidió fichar a ‘Vital’ es que reduce drásticamente el tiempo empleado en la toma a de decisiones. El robot realiza en minutos tareas que a una persona le llevarían días y no pasa por alto detalles que muchas veces pasarían desapercibidos para un profesional de carne y hueso. Su labor consiste en cotejar las informaciones de enormes bases de datos en cuestión de minutos y sugerir posibles estrategias a seguir en función de las tendencias que observa.
El resto de la cúpula de la compañía ya ha comprobado en dos ocasiones el buen ojo del robot. Según el Daily Mail, los análisis de Vital han logrado que la empresa realice dos inversiones importantes en las start-ups Pathway Pharmaceuticals (especialista en analizar de manera rápida todas las pruebas de un paciente) e InSilico Medicine (dedicada a la biotecnología). Estos logros le han granjeado al robot una posición de honor como sexto miembro en las reuniones de la ejecutiva de la firma en las que no se descarta que pronto tenga derecho a voto.
Quién sabe si más empresas seguirán la senda abierta por la compañía asiática y realizarán inversiones o diseñarán sus productos basándose en las decisiones de un experto no humano. Lo que está claro es que un jefe robotizado nunca pedirá un aumento de sueldo y, aunque no tiene por qué ser infalible, puede lograr que magnates como Buffett, Soros o Thiel comiencen a temer por sus puestos.
Fuente: Expansión.com