1 de agosto de 2018

VIRUS DE LOS ACCESOS DIRECTOS. Que son y como defendernos de ellos

Una técnica muy utilizada para engañar a los usuarios y poner en peligro sus sistemas es modificando el comportamiento de un acceso directo de manera que, al abrirlo, en lugar de abrir un programa o un archivo ejecute directamente un malware. Esto es lo que se conoce como el virus de los accesos directos.
Mediante diferentes técnicas, un pirata informático puede modificar fácilmente un acceso directo de manera que, cuando la víctima intenta entrar a él, se ejecuta un determinado archivo (por ejemplo, un gusano o un malware) de manera que así pueda dar comienzo la infección.
Cómo puede infectar nuestro ordenador el virus de los accesos directos
Las técnicas más utilizadas para distribuir este malware a través de Internet suelen ser las típicas de siempre, es decir, a través de una descarga de Internet (generalmente de software ilegal, como cracks) que, al ejecutarlo, oculta este virus en el equipo, así como mediante documentos que ocultan Macros o scripts que se encargan de infectar los accesos directos de nuestro ordenador.
Otra forma muy común de distribuir este tipo de virus es mediante memorias USB o discos duros. Generalmente, este tipo de virus suelen crear un “autorun” de manera que, cuando intentamos abrir el USB o el disco duro, se ejecuta realmente el virus e infecta todos los accesos directos de nuestro ordenador.
Este virus normalmente suele buscar los accesos directos más comunes, como los de los navegadores o los accesos directos a los discos duros de nuestro ordenador, y suplanta su destino. Cuando el usuario intenta abrir uno de estos accesos directos, el virus vuelve a comprobar e infectar los accesos directos del ordenador y, además, ejecuta otro malware para llevar a cabo una infección más profunda.
Cómo protegernos de los virus de los accesos directos
Es muy fácil saber si un acceso directo es real o puede haber sido infectado por un virus. Para ello, simplemente debemos abrir con el botón derecho del ratón la ventana de propiedades del acceso directo y, en el apartado “Destino”, comprobar si este corresponde realmente a la aplicación que intentamos abrir o, de lo contrario, está redirigido a otro archivo, probablemente el virus.
Actualmente prácticamente cualquier antivirus, incluso los gratuitos, son capaces de detectar y bloquear este tipo de amenaza, por lo que si tenemos un antivirus instalado en nuestro ordenador seguramente no tengamos peligro. Además, también debemos extremar precauciones con los archivos que recibimos a través de Internet (como documentos), así como a la hora de conectar cualquier USB o disco duro externo al ordenador.
Por último, otro aspecto que nos debería hacer sospechar es si vemos el icono de acceso directo en archivos para los que no lo hemos creado nosotros mismos, ya que fácilmente pueden haber sido suplantados estos archivos por estos accesos directos.
Fuente: maketecheasier