El Gobierno de Barack Obama lanzó el miércoles el primer programa de sanciones para castigar financieramente a individuos y grupos fuera de Estados Unidos vinculados en ciberataques.
El presidente
estadounidense firmó una orden ejecutiva que declara estas actividades una
"emergencia nacional" y permite que el Tesoro congele los activos y
prohíba transacciones financieras de entidades relacionadas con los
ciberataques.
"Las amenazas a la
seguridad cibernética representan uno de los desafíos económicos y nacionales
más graves para Estados Unidos, y mi Gobierno busca adoptar una estrategia
exhaustiva para afrontarlas", dijo Obama en un comunicado.
Según el programa,
informado por vez primera por el diario The Washington Post, los responsables
de ciberataques o de espionaje comercial en el ciberespacio pueden ser
incluidos en la lista de sanciones oficiales, una medida largamente reclamada
por la cibercomunidad.
La decisión, que según el
periódico lleva dos años en desarrollo, llega tras una serie de ciberataques de
alto perfil, que van desde hackeos corporativos a Target, Home Depot y otros
minoristas, a un ataque a Sony.
Amenazar con duras
sanciones a cibercriminales, a compañías que se benefician del espionaje
comercial e, incluso, a operativos de organismos de inteligencia extranjera
podría tener un efecto "muy importante" en la reducción del creciente
número de ciberataques que se sufren a diario, afirmó Dmitri Alperovitch, de la
firma de ciberseguridad Crowdstrike.
"La Casa Blanca está
dando hoy un nuevo paso adelante en el esfuerzo por aumentar el costo a
nuestros ciberadversarios y establecer un marco disuasivo más efectivo para
castigar a los implicados en graves ataques intencionados destructivos y
disruptivos", escribió Alperovitch en un blog publicado en la página web
de la compañía.
La orden ejecutiva aporta
al Gobierno las mismas herramientas para sancionar que usa ahora para enfrentar
a otras amenazas, como las crisis de Oriente Medio y la agresión de Rusia en
Ucrania, y las hace disponibles para ciberamenazas menos visibles.
El programa podría
provocar una fuerte reacción desde China, acusada por investigadores
estadounidenses de apoyar a los hackers que atacaron a compañías de Estados
Unidos, algo que rechaza el Gobierno chino.
Fuente: Reuters