Google entra en el sector de la domática con la compra
de Dropcam, la última empresa que pasa a formar parte del imperio Google por
555 millones de dólares (unos 408 millones de euros). Se integrará dentro de
Nest, conocida por sus termostatos y alarmas de incendios, compañía que compró
el año pasado por 3.200 millones de dólares.
Dropcam, que nació en 2009, ofrece cámaras, muy
parecidas a la que se usan para saber si el bebé duerme, pero utilizando
Internet como medio de gestión de la cámara en lugar de un circuito cerrado y
el móvil, tableta u ordenador, en lugar de un monitor al efecto. Esto hace
posible que se pueda ver si realmente la canguro tiene los niños bajo control o
si algún intruso está husmeando en las habitaciones con abrir una aplicación
compatible con iPhone y Android.
La decisión de integrarlo con Nest obedece al deseo de
crear un ecosistema de control del hogar. El propio fundador y consejero
delegado de la empresa de Nest, Matt Rogers, destaca los puntos en común:
“Nacimos con una idea en mente, ayudar a la gente a estar conectada a aquello
que le importa. En muy poco tiempo hemos cambiado la forma en que se interactúa
con la casa. Así que es natural que las dos empresas encajemos. Creo que los
consumidores estarán de acuerdo en ello. Con Nest funcionaremos mejor”.
En el momento de la compra la empresa cuenta con 120
empleados y el total de inversión que ha recibido es de 48 millones de dólares.
Google ha pagado más de 10 veces esa cantidad para su adquisición. El sentido
de la compra no pasa solo por cerrar su ecosistema de control de la casa, sino
también con una base de clientes ya afianzados.
Dropcam almacena 30 días, 720 horas, de vídeo. Perfecto
para revisar qué sucedió en casa en un momento concreto, pero también
información muy valiosa si cae en manos no deseadas. ¿Es seguro? ¿Se puede
saber que en los servidores de Google se almacenan tal cantidad de datos
privados? Una cuestión de confianza en el buscador, dejarle hospedar en sus
servidores las imágenes con los momentos más íntimos de los miembros de la
familia. Conservar las grabaciones durante más tiempo cuesta entre 10 o 30
dólares, según el plan de almacenamiento elegido. Las cámaras tienen precios
comprendidos entre 149 y 199 dólares, según la definición escogida.
Fuente: El País.com