La Comisión Europea ha encargado al
Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS)
el desarrollo de un chip europeo para dejar de depender de Estados Unidos en
una tecnología estratégica. Se espera que el chip se incorpore a los futuros
superordenadores que entrarán en servicio en Europa a partir de mediados de la
próxima década.
La decisión responde a “la lógica del
mérito; era una convocatoria competitiva y la propuesta de Barcelona ha sido
evaluada como excelente”, ha declarado Roberto Viola, director general de Redes
de Comunicación, Contenido y Tecnologías de la CE, en un acto celebrado hoy en
el BSC-CNS.
El desarrollo del chip se enmarca en
la estrategia de la CE para crear una red europea de supercomputación para no
quedar rezagada tecnológicamente respecto a Estados Unidos y China. El BSC-CNS
ha presentado la candidatura a desarrollar el chip junto a la de construir uno
de los próximos grandes superordenadores europeos.
Estímulo económico
El proyecto puede estimular la
emergencia de una nueva industria informática en el entorno de Barcelona
El 7 de junio se anunció que la CE
cofinanciará la construcción de los tres superordenadores más potentes de
Europa, que deben estar en servicio el 1 de enero de 2021, en Barcelona,
Bolonia (Italia) y Kajaani (Finlandia). El Mare Notrum 5 que se instalará en
Barcelona sustituirá al actual Mare Nostrum 4 –que se construyó sin
financiación europea- y multiplicará por más de diez su capacidad de cálculo.
Hoy ha trascendido que, junto a la
construcción del Mare Nostrum 5, la CE ha aprobado el desarrollo de la
tecnología necesaria para garantizar la soberanía informática de Europa. El
BSC-CNS es la única institución que ha recibido el encargo de Bruselas de poner
en marcha esta tecnología. “Si no diseña sus propios chips, Europa es vulnerable”,
ha declarado Mateo Valero, director del BSC-CNS.
El proyecto puede estimular la
emergencia de una nueva industria informática en el entorno de Barcelona, así
como en los otros países que se sumen a la iniciativa, ha añadido Valero. “En
la nueva economía del conocimiento, una infraestructura como esta otorga
competitividad al territorio y a las empresas”, ha recalcado también Àngels
Chacón, consellera de Empresa i Coneixement de la Generalitat.
El BSC-CNS contará con un presupuesto
de 223 millones de euros para construir y mantener el servicio el Mare Nostrum
5 durante cinco años y para el desarrollo de la nueva tecnología. La CE
aportará el 50% y los estados participantes en el proyecto –que por ahora
incluyen a Portugal, Turquía y Croacia, además de España-, el otro 50%. De esta
cantidad, un 6% (unos 13 millones) se destinarán a iniciar el desarrollo a
iniciar el desarrollo de nuevas tecnologías de computación made in Europe.
“Se trata de la mayor inversión
realizada por la CE en una infraestructura científica en España”, ha destacado
Roberto Viola, quien ha señalado que en Barcelona “no sólo tienen un equipo de
fútbol de nivel mundial sino un equipo de supercomputación de nivel mundial”.
En la misma línea, Valero ha declarado que “queremos ser, y creo que somos, el
Messi de la supercomputación”.
El BSC-CNS ganó a finales del 2017 el
concurso para crear un chip europeo convocado por la iniciativa EuroHPC (iniciales
en inglés de High Performance Computing, o Supercomputación de Altas
Prestaciones). El desarrollo del eurochip, al que optaban tres candidaturas, se
adjudicó a un consorcio que tiene al BSC-CNS como líder científico y a la
multinacional francesa Atos/Bull como líder industrial.
Estrategia de futuro
El superordenador Mare Nostrum 6, que
debería construirse en 2025, ya podría estar íntegramente fabricado con
componentes europeos
La decisión anunciada hoy permitirá ir
un paso más allá para conseguir que el chip se pueda integrar de manera
eficiente en superordenadores. El proyecto prevé tener los primeros chips
disponibles dentro de dos años, de modo que se puedan conectar al Mare Nostrum
5 en la segunda mitad de 2021.
La plataforma experimental, como se
llama técnicamente esta futura instalación conectada al Mare Nostrum 5,
permitirá desarrollar el software adecuado para que el eurochip realice tareas
de supercomputación de manera eficiente. Según los cálculos de Mateo Valero, el
Mare Nostrum 6 que debería construirse en 2025 “ya podría estar íntegramente
fabricado con componentes europeos”.
Fuente: La Vanguardia.com