25 de abril de 2019

VOTO ELECTRÓNICO. El «blockchain» en Estonia permite votar con el móvil desde el salón de casa.

En Estonia gracias a su solución «i-Voting». La votación por internet permite a los votantes emitir sus votos desde cualquier parte del mundo de forma segura y sencilla gracias a la implantación de la tecnología « blockchain».
«Se trata de un nuevo internet», explica Borja Gómez, responsable de la línea de «blockchain» en la firma tecnológica Paradigma. Este concepto tan desconocido por su escasa aplicación, aunque ya tiene diez años, es, como su propio nombre indica, una tecnología de libro distribuido por toda la Red. «Se diferencia de otro tipo de sistemas de bases de datos en dos aspectos fundamentales: el primero, que lo que se escribe o no en él es por consenso, es decir, no hay una autoridad única; y, en segundo lugar, no se puede alterar», explica Gómez.
«La inmutabilidad y persistencia, por un lado, son características propias de esta tecnología, además de que todos los nodos y copias guardan la información, de tal manera que siempre se puede consultar», añade el experto. En definitiva, el «blockchain» es un internet sin intermediarios. Nadie tiene que encargarse de velar por esa información que se guarda porque la tecnología ya lo hace por sí misma.
El caso de Estonia
Contexto
Esta nación báltica, hogar de alrededor de 1,3 millones de ciudadanos, es uno de los países más “conectados” del mundo y ocupa el puesto 15 en el Índice de Preparación para el Gobierno Electrónico de la ONU (EDGI).
El Poder Ejecutivo de Estonia desarrolló una cultura orientada a los ciudadanos y la infraestructura necesaria (física y digital) para emplearla en plenitud.
A modo de ejemplo, más de 90% de los estonios declara sus impuestos en línea y usa la web para sus transacciones bancarias cotidianas. Y todas las escuelas de dicho país están conectadas a Internet.  
En 2002, en ese estado se implementó una tarjeta de identidad nacional que constituye la base de su infraestructura de gobierno electrónico.
Esta identificación es ampliamente usada por todos los que están en edad de votar. La misma contiene una firma digital que le permite al ciudadano rubricar transacciones electrónicas para proveer prueba de su autenticidad.
Hoy, aproximadamente 80% de la población entre los 16 y 74 años usa Internet, y un porcentaje similar tiene acceso a la web desde su hogar.
Para tener en cuenta
 Estonia redactó el marco legal para llevar a cabo la votación por Internet en 2002, y sólo tres años más tarde se convirtió en una realidad. Diez años después de esa primera votación, el 30 por ciento de la población ya votó por internet.
Estonia es un ejemplo de nación digital en Europa porque ha hecho del «blockchain» el centro de su vida. Los estonios no solo pueden votar desde el salón de su casa sino que pueden consultar su historial médico, empadronarse o registrar una empresa desde su móvil en apenas unos minutos.
Funcionamiento
En la edición 2015 del Mobile World Congress (MWC), el director de informática (CIO) estonio, Taavi Kotka, hizo una demostración del sistema. Y explicó que el objetivo principal de esta plataforma es proveer a los ciudadanos un canal adicional a través del cual expresar su voto con el fin de aumentar la participación electoral mediante una mejor accesibilidad.
Para que puedan votar electrónicamente a través de la web, los habitantes de Estonia de entre 15 y 74 años necesitan una tarjeta de identificación para autenticación electrónica (semejante el DNI-electrónico).
Kotka aclaró que el voto por Internet no reemplaza el proceso tradicional con papeletas de papel, sino que es un complemento.
Votó en vivo y en directo desde la capital catalana, a 2.500 kilómetros de Tallin, la capital del país báltico. 
Kotka explicó que, en 2005, la comisión nacional electoral de Estonia realizó, por primera vez en el mundo, la votación segura en línea a través de Internet a nivel nacional.
De acuerdo con la ley, "iVoting" (como se conoce a este plan en Estonia) está disponible para cualquier elección o referéndum.
Kotka explicó que el sistema de voto por Internet que se emplea fue desarrollado por la Comisión Electoral Nacional de Estonia (VVK) y el laboratorio estonio de I+D Cybernetica.
Es muy intuitivo, fácil de usar y accesible para los votantes con capacidades especiales. El proceso sigue estos pasos:
1º) La persona debe primero descargar la aplicación oficial de la página de la VVK, que posee una firma digital para verificar su autenticidad.
2º) Una vez instalada, procede a validar su identidad utilizando su identificación (digital o móvil). Luego, al votante le presentan una papela electrónica para que seleccione sus opciones.
3º) Para proteger el secreto, el sistema implementa un esquema de “doble sobre” electrónico, que imita el proceso por correo tradicional.
4º) Cuando se deposita la papeleta por Internet, se emite el voto cifrado (sobre interno) usando la clave pública de la elección, y es posteriormente firmado digitalmente (sobre externo) con la identidad digital del votante.
5º) El sufragio firmado se envía al servidor de votación a través de una conexión segura (capa de transporte cifrada), donde es almacenado de manera segura en una fase completamente privada hasta el cierre de la elección.
6º) Luego del cierre de la elección, los votos electrónicos son mezclados criptográficamente para hacer que su orden sea aleatorio, y las firmas digitales son separadas de los sufragios cifrados para mantener su anonimato.
7º) El sobre externo (firma digital) es revisado para validar que el elector esté registrado y para asegurar que sólo se cuente un voto por persona. Entonces, la información es llevada a un servidor de recuento fuera de línea (air-gapped), donde es cifrada esta vez con la clave privada de la elección.
Esta clave sólo puede ser creada mediante la colaboración de los miembros de la junta electoral, cada uno de los cuales posee una sección secreta de la misma.
Los votos son entonces descifrados y tabulados, generando los resultados electorales de manera rápida y precisa.
Antonio Mugica, CEO de la empresa Smartmatic -dedicada a la automatización electoral-, destacó en un comunicado de prensa que “el auge de la votación en línea en Estonia no debería ser una sorpresa para nadie. Además de ofrecer importantes beneficios, como accesibilidad, comodidad y facilidad de uso, la plataforma utiliza tecnologías ya probadas y muy seguras”.
En 2014, Smartmatic fundó junto con Cybernetica, laboratorio de investigación y desarrollo estonio, el Centro de Excelencia en votación por Internet. Esta iniciativa trabaja con el gobierno de Estonia para desarrollar más aún la plataforma existente y poder exportarla a otros países en el mundo.
Tanto el primer ministro Taavi Rõivas como el presidente Toomas Hendrik Ilves promovieron el voto en línea por las redes sociales antes de la elección.
Dudas e incertidumbres
Desde el punto de vista económico, la implantación de esta tecnología para emitir votos supondría un gran ahorro. España tuvo un gasto en las elecciones generales de 2015 de 128 millones de euros. Y para las de este año será de unos 138 millones. Con la implantación del sistema de voto electrónico, estos gastos se podrían reducir en, mínimo, un 30%. Es decir, 42 millones de euros.
Y aunque todo lo que esté conectado a internet es susceptible de ser atacado, cabe recordar que «la Red de 'blockchain' en sí nunca se ha 'hackeada'», recuerda Gómez, que a su vez reconoce que es un riesgo que hay que asumir. «Pero ahora mismo este problema existe también con el certificado electrónico de la declaración de la Renta», ejemplifica el experto.
Las dudas, incertidumbres y desafíos del «blockchain» están aún por resolver porque en España no se ha llevado a cabo aún ninguna prueba. Suiza, Japón y EE.UU. ya están experimentando con ello. Y en Estonia es ya una realidad, donde el 44% de la población utiliza el «i-Voting».
De momento, en nuestro país parece que «hay brotes verdes» ya que los principales partidos políticos (PSOE, PP, Ciudadanos y Podemos) se han comprometido a impulsar el « sandbox» (banco de pruebas) y un pacto para impulsar el «blockchain».
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Fuente: iProfesional.com y Abc.es