La universidad sospecha que alguien se
ha llevado documentación del centro investigado
Miles de e-mails se han esfumado de la
cuenta del Instituto de Derecho Público (IDP) de la Universidad Rey Juan Carlos
(URJC) de Madrid, epicentro del caso máster. Según ha denunciado el delegado
del rector a la policía, han detectado que se han eliminado 5.400 correos
electrónicos recibidos o enviados entre 2008 y 2014 —periodo que incluye los
cursos en los que Cristina Cifuentes, Pablo Casado y Carmen Montón obtuvieron
sus títulos—. Un borrado multitudinario que se suma a las "sospechas"
de la universidad de que alguien se llevó también documentación de los
despachos.
Según consta en el sumario de la
causa, al que tuvo acceso EL PAÍS, Pablo Acosta, nombrado máximo responsable
del IDP tras intervenirlo al saltar el escándalo, telefoneó el pasado 20 de
junio a la policía para informar de que había logrado entrar por primera vez en
la cuenta de correo electrónico del centro investigado y que se había topado
con ese gran borrado de e-mails. Aunque no pudo precisar el momento en el que
fueron suprimidos —"ni si fueron eliminados en bloque o en fechas
distintas", según resaltan los investigadores en un informe—, Acosta lo
encontró "sospechoso" y decidió llamar a los agentes, que ya habían
abierto pesquisas por las "irregularidades" detectadas en las cuentas
bancarias del instituto, manejadas por el catedrático Enrique Álvarez Conde,
considerado el cerebro de la trama.
Posteriormente, Acosta también relató
a la magistrada del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Carmen
Rodríguez-Medel, que cree que han extraído papeles de los despachos del IDP
porque ha "encontrado muy pocos" y porque algunos "salieron
publicados en la prensa y no estaban en el instituto". "Sospecho que
se han llevado documentación", apostilló el pasado 3 de agosto, durante su
declaración como testigo ante la juez. En esa ocasión, también contó que la
URJC no ha entrado en el despacho de Álvarez Conde —se le ha despojado de la
dirección del centro investigado, pero sigue teniendo su plaza de catedrático—.
"No sé si hay documentación ahí. No sé si hay en su casa", añadió.
El supuesto cerebro del caso máster,
calificado por la juez como el "urdidor" de la trama, había ordenado
también al banco que enviara la correspondencia del instituto a su domicilio
particular, según relata el delegado del rector, nombrado por este para hacerse
cargo del IDP tras estallar el escándalo. Así, al revisar los extractos de las
cuentas, se comprobó que Álvarez Conde se había pagado sobresueldos de entre
10.000 y 22.000 euros al año; se hizo transferencias a sí mismo y a sus dos
hijos —que no tienen relación con la universidad—; y también usó la tarjeta
asociada para todo tipo de gastos personales, comidas en restaurantes y compras
en supermercados, entre otros.
La URJC denunció entonces al
catedrático por malversación. Una causa que recayó en el Juzgado de Instrucción
número 34, que se inhibió y la trasladó al número 51, donde se lleva el caso
máster. Pero Rodríguez-Medel rechazó asumir esa parte para evitar aumentar la
"complejidad" del proceso y evitar dilaciones; y porque, según la
magistrada, no se trata de un delito conexo a los investigados por ella
Fuente: El Pais.com