Quien serán más patriotas, los millonarios españoles que piden les bajen los impuestos y sino se marchan de España llevándose sus empresas (caso Ferrovial y la familia Del Pino) o los firmantes de la carta que puntualmente todos los años hacen público, desde 2019, una petición de subida de impuestos para ellos, por defender la democracia, como también sugiere el último informe de OXFAM
1º) Los que cobran el
SMI, o por debajo del mismo, están exentos de contribuir por IRPF y por tanto
no les afecta la rebaja de impuestos.
2º) No es lo mismo
para las arcas públicas, la bajada de un 10% de los impuestos a trabajadores que
ganan el SMI+1€ que a un ejecutivo con sueldo millonario, puesto que los primeros, en 2024, el
descuento anual por IRPF sería 1.589 € y suponiendo fuese un ejecutivo de
una gran empresa con salario modesto, que digamos ingresase 1.000.000 € el
descuento sería de 100.000 €de. Y sí todos los ejecutivos en España ganasen esa módica
cantidad de dinero anual la hacienda púbica se vería privada de cientos de millones
de euros.
3º) Que en 2023 en Madrid,
20.030 personas con más de 700.000 euros en patrimonio (exceptuando su casa) no
pagan ningún impuesto por patrimonio y Madrid deja de ingresar 1.212 millones en Impuestos.
Andalucía se ha sumado a esa bonificación del 100%, lo que significaría
renunciar a 107 millones que ingresa hoy, y Galicia al 25%, lo que significa
renunciar a 20 millones más.
En total estás tres
autonomías, que en la reforma del sistema de financiación autonómica piden
fondos al Estado, dejan de ingresar 1.340 millones de euros.
Pero en mi modesta
opinión, que en parte coincide con lo dicho por el Presidente del Gobierno en su
discurso del Foro de Davos, es bastante sencillo, las empresas no solo se deben
a sus accionistas, sino también y principalmente a sus compatriotas, porque si
bien, su principal objetivo es obtener beneficios, no lo es menos crear riqueza
para sus compatriotas (con salarios dignos) para lo cual todos tenemos que empujar
en la misma dirección. Y por ello se les entrega las subvenciones a las empresas, para que crezcan, pero no para que después con el aplauso del PP y Vox y en nombre de la libertad de mercado, se marchen
de España. Pues en ese caso el Gobierno debe pedir la devolución de dichas
subvenciones, y además los consumidores, podemos y debemos dejar de comprar
productos o servicios de dichas empresas.
Por otra parte, caso las empresas sigan en España, y los ejecutivos de las grandes empresas del IBEX-35, continúen con sueldos y comisiones millonarias, mientras mantienen a empleados y trabajadores, salarios escasamente mileurista, se llegará, mejor dicho, ya se ha llegado al punto, en que nadie que no sea un ejecutivo, puede comprase una vivienda, y ni siquiera pueden pagarse un alquiler (incumpliendose el artículo 47 de la Constitución).
Y si los empresarios
fuesen inteligentes, se darían cuenta que están tirando piedras contra
su propio tejado, ya que la locomotora de la economía española que es la
construcción, se ha parado, y no tiene visos de volver a ponerse en marcha, afectando a todos las empresas del sector, (cemento, forjado, cerámica, etc.) porque
los contratos además de ser minimalistas, no son indefinidos, con lo cual los
bancos no dan créditos comerciales y muchísimo menos hipotecarios.
Por ello la pelota está en el tejado del empresariado, veremos si ofrecen alguna solución, que no sea echar la culpa al Gobierno de Pedro Sánchez o a los trabajadores. A ver si el Presidente de la CEOE, junto a los dirigentes del PP y Vox, que actúan de parte, demuestran que el salario que se les paga de nuestros impuestos, no es tirar el dinero, y de una vez por todas se ponen a trabajar, en lugar de faltar al respeto y ofender a la ciudadanía con insultos y desprecios.
POSDATA
Por cierto señores
Feijóo y Abascal, la sede de la soberanía nacional sigue estando en el Congreso
de los Diputados, y el Tribunal Constitucional sigue siendo el Tribunal de
última instancia que determina la constitucionalidad de leyes y atiende
recursos de amparo, respecto de procedimientos judiciales.
Y no lo digo yo, lo
dice la Constitución, que es la ley de leyes, que tanto dicen defender ustedes,
que con esas manifestaciones solo demuestran lo contario, y les sitúa mucho más
cerca de las tesis neofascistas que de las constitucionalistas.
Y a mí también me
gusta la fruta y a buen seguro más que a ustedes.
Fuente: Redacción