Las macrogranjas, una amenaza para
todos
"La gente tiene que entender que
somos parte de la naturaleza y dependemos de ella, incluso aunque vivamos en
mitad de una ciudad. Cada bebida que tomamos, cada comida que comemos, el aire
que respiramos. Todo depende de la naturaleza y la estamos destruyendo para
nuestro propio riesgo. Necesitamos un ecosistema sano, compuesto por una red
compleja de vida de animales y plantas. Y si estos se extinguen por nuestro
comportamiento, el ecosistema se debilitará y al final el mundo colapsará"
"Las macrogranjas son
increíblemente crueles si tenemos en cuenta que cada animal es un ser
individual que siente miedo y dolor. Alimentar a estos miles de millones de
animales en las macro granjas de todo el mundo está causando una destrucción
terrible del medio ambiente. Se despejan enormes cantidades de terreno para
cultivar cereales, se utilizan máquinas que contaminan y los animales se tienen
que llevar a mataderos para llegar a nuestra mesa. El proceso produce de
metano, un gas muy peligroso para la atmósfera. Las macro granjas están
contribuyendo negativamente al cambio climático y a la pérdida de
biodiversidad"
¿Todo lo 'bio' y 'eco' tiene que ser
caro?
"Tenemos que buscar formas de
vida más saludables que sean más baratas. Cuando uno es extremadamente pobre va
a destruir el mundo para vivir. Ya sea cortando árboles o sacando dinero de la
madera en una ciudad. Vas a comprar la comida más barata, la carne más barata,
la ropa más barata con el fin de poder sobrevivir porque no puedes permitirte
pagar otras cosas. Entonces tenemos que preguntarnos:
¿Este producto es barato porque se
están pagando salarios injustos?
¿Dañó el medio ambiente cuando se
hizo?
¿Fue cruel con los animales?"
EDITORIAL
Maravillosas reflexiones a la vez que
terribles, de una impenitente luchadora por las libertades y derechos, tanto de
los humanos como de los animales, que siempre acostumbra poner el dedo en la
llaga, pues como bien dice el refranero español: “ todo el que dice la verdad
es malo” o “las verdades duelen” .
Ahora, del resto del mundo depende que
consigamos sino detener, al menos retrasar el cambio climático.
Aún estamos a tiempo.
Fuente: Cadenaser.com