Cuando el sexo desembarca en la publicidad casi siempre lo hace rodeado de alguna polémica.
Y no nos referimos a aquellas
campañas publicitarias y anuncios sugerentes que intentan despertar nuestros
instintos más profundos apuntando a nuestro subconsciente. El mundo de la
publicidad está repleto de todo tipo de ejemplos. Sin embargo, también existen
aquellos casos en los que, más allá de utilizar el sexo de forma sutil o
subliminal, se presenta de una forma casi explícita, encubierto bajo el guión
de lo absurdo, lo cómico, irónico o lo más provocador.
Muchas han sido las marcas y empresas que en su objetivo de acaparar una mayor atención y expectación, no han dudado en hacer del sexo el principal reclamo de sus anuncios publicitarios. Incluso llegando a extremos de riesgo aun conociendo de las limitaciones soportadas por la opinión general y social, y a sabiendas de antemano de las altas posibilidades de que sus comerciales fueran censurados. Algo que gracias a medios como internet, puede convertirse en la clave para triunfar por todo lo alto bajo la máxima de "Anuncio censurado, éxito en internet asegurado".
Está sobradamente demostrado que la
publicidad subliminal sigue siendo una de las técnicas que más polémica y
controversias generan, pero a pesar de que 'Marketing erótico' mantiene unos
principios, que de forma general pocas veces son sobrepasados, existen multitud
de casos donde el sexo se manifiesta con descaro y sin tapujos a través de
comerciales y anuncios con escenas "demasiado sugerentes" o incluso
señalados en ocasiones como humillantes o demasiado machistas.
Sprite, Skittles, Viagra o Guiness, son algunas de las marcas que en alguna ocasión apostaron por añadir al sexo como ingrediente de su fórmula publicitaria. Y sí, aunque en ocasiones podamos encontrarnos anuncios inteligentes o divertidos, en otras ocasiones, las escenas de carácter erótico o sexual, no pueden ser ocultadas ni pasan para nadie desapercibidas. Lo de la moral, dicen que siempre es subjetiva.