WINDOWS 10. Cómo ‘tunearlo’ para que vaya como un rayo
Estos sencillos trucos pueden acelerar el rendimiento del software de
Microsoft
- Eliminar los programas de arranque
que no se necesiten.-Se
trata de un mal endémico que arrastran todas las versiones de Windows: los
tiempos de arranque del ordenador pueden ser desesperantemente largos, y por
este motivo puede ser más interesante emplear la suspensión para el día a día y
el apagado una o dos veces a la semana para asegurarnos que el sistema se
optimiza y se instalan las actualizaciones. Sin embargo, se puede acortar el
tiempo de carga del ordenador desactivando aquellas aplicaciones en el arranque
que no se necesiten. La mejor manera de saber qué aplicaciones activa el
sistema al arrancar es teclear simultáneamente Ctrl-Mayúsculas-Esc, ir a Inicio
y ahí llevarse el primer susto: ¿todo eso se iniciaba sin nuestro conocimiento?
A partir de ahí se puede ir seleccionando las aplicaciones que no utilicemos y
pulsando sobre ellas con el botón derecho del ratón, las desactivamos del
arranque.
- Borrar las ‘aplicaciones basura’.- La aplicaciones conocidas como
crapware o bloatware se han convertido en un serio problema para el rendimiento
de los equipos. Son las que llegan preinstaladas en el ordenador y el usuario
ni siquiera es consciente de su uso hasta que comienza a ser bombardeado por
avisos de actualización necesaria o de que el periodo de prueba gratuito de esa
aplicación que nunca instalamos ni nos interesa ha caducado. El problema de
este tipo de aplicaciones es que consumen recursos y que no suele ser fácil
desinstalarlas, básicamente porque uno no sabe que tiene esa aplicación
instalada. Lo mejor es echar un ojo a qué aplicaciones están instaladas
siguiendo las instrucciones de Microsoft, y ahí desinstalar todas aquellas de
las que no tengamos conocimiento.
- A la caza de virus y 'malware'.-Windows 10 no se ha librado
tampoco de los virus pero Microsoft ofrece una solución muy efectiva que
integra antivirus y detección de malware en una sola aplicación: Windows
Defender. Esta solución analiza en tiempo real todo lo que sucede en el
ordenador y se actualiza constantemente para incorporar la detección de nuevas
amenazas. Sin hacer excesivo ruido, esta solución de la casa ofrece una
alternativa a los antivirus con una doble ventaja: no es necesario instalar
aplicaciones adicionales ni pagar por ellas, y al ser una aplicación
desarrollada por Microsoft, está muy bien integrada en el sistema y su consumo
de recursos es mínimo. Windows Defender está presente en el sistema y
simplemente hay que activarlo (Ajustes/Actualización y seguridad/Windows
Defender).
- Hacer un mantenimiento del sistema.-Tal y como recuerda PC World,
Windows cuenta con una soberbia herramienta bautizada como Mantenimiento que
hace un chequeo completo del sistema y detecta posibles errores en el
funcionamiento. Este mantenimiento se hace de forma automática por parte del
sistema cada cierto tiempo, pero se puede forzar a voluntad por el usuario. Su
gran ventaja es que concluido el exhaustivo análisis, ofrece al usuario una
lectura comprensible del funcionamiento de los recursos del sistema y dónde es
necesario intervenir. Esta función se encuentra en Panel de control/Sistema y seguridad/Centro
de actividades.
- Mantener el equipo actualizado.-Suele resultar un tostón
descubrir que hay nuevos parches o actualizaciones del sistema disponibles y
que es necesario reiniciar el ordenador, pero lo cierto es que lo mejor que se
puede hacer para garantizar un óptimo rendimiento del mismo. Aunque en Windows
10 las actualizaciones vienen configuradas de forma automática, conviene
asegurarse que el ordenador se reinicia cada cierto tiempo para que se apliquen
estas actualizaciones. El equipo de desarrollo trabaja interrumpidamente para
afinar el funcionamiento del sistema y sobre todo, para mejorar su seguridad.
Fuente: El Pais.com