El Partido Popular a lo suyo y otra vez ha escogido la estrategia de implicar a las instituciones públicas, españolas y europeas, para tapar sus miserias y lanzar ataques políticos, contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La denuncia interpuesta por el PP, no tiene fundamentos
jurídico sólidos, sino que es un burdo intento de confundir a la opinión
pública y erosionar la imagen pública del presidente Sánchez.
La legislación vigente, específicamente el artículo
11, letra f, de la Ley 3/2015, clarifica las condiciones bajo las cuales se
requiere la abstención de cargos públicos en decisiones que podrían presentar
conflictos de interés. Estas condiciones no se cumplen en el caso aludido por
el PP, dado que la persona implicada no ocupa ninguna posición de dirección,
asesoramiento o administración en Air Europa, lo que invalida la premisa de la
denuncia.
Falta de sustento legal de la acusación
Frente a la evidente falta de sustento legal de la
acusación, se hace patente que el objetivo subyacente trasciende la
preocupación por las posibles incompatibilidades o conflictos de interés. Se
revela, en cambio, un intento por instrumentalizar mecanismos de supervisión
ética y legal en beneficio de una agenda política partidista, marcando un
preocupante precedente sobre el uso de instituciones públicas en disputas
políticas.
Esta práctica no solo pone en riesgo la
credibilidad y la imparcialidad de entidades estatales clave sino que también
amenaza con socavar la confianza pública en las instituciones democráticas. La
manipulación de organismos estatales con fines políticos constituye un desafío
directo a los principios de transparencia, justicia e integridad que deben
regir la gestión pública.
EDITORIAL
En definitiva, este comportamiento del PP viene a
demostrar una continuidad desde que Aznar comenzó ha deslegitimar las Instituciones para ocultar los ataques terrorista yihadistas del 11 de Marzo
de 2004 y sus mentiras referidas a la guerra de Irak. Y a partir de entonces,
la desconfianza, y la mentira, entraron a formar parte indisoluble de la política
basura del PP.
Pues “aquel hecho introdujo la peligrosísima teoría sobre la legitimidad de un gobierno electo, que hoy sigue degradando la democracia en España” gracias a la miseria de los políticos del PP, que se demuestran bastantes más peligrosos para la democracia que independentistas y soberanistas juntos, como nos quieren hacer creer, esta pandilla de patriotas de tres al cuarto, que hablan mal de España dentro del país, pero peor lo hacen fuera, cuando creen que nadie les escucha. Lo que decía, patriotas a tiempo parcial, solo cuando salen por la tele, después se dedican a la corrupción o al trinque, a ver, esto en secreto, faltaría más. Tengo un amigo del PP, que su lema es que nada es delito mientras no te pescan, y después que te han pillado, negarlo todo.
¿De que me suena esto?. A así, de las declaraciones, de Feijóo, Ayuso, Aznar, Rajoy, Gamarra, Tellado, etc. Para que seguir, si son todos iguales y siempre son los mismos, que unas veces mienten como bellacos y otras sufren amnesia temporal, solo cuando están ante una comisión del Congreso de los Diputados o delante del juez, que lógicamente, cualquiera del PP se pone nervioso cuando raramente le toca un juez que no tiene ninguna comprensión hacia los designios divinos del PP.
Por cierto, que bien le quedaba la mascarilla la señor Aznar, declarando por video-conferencia, que sino llega a ser por el subtítulo que salía debajo de la pantalla, nadie diría que era él.
Desde mi opinión, entiendo, que a los dirigentes
del PP les pagan por inventar mentiras, no por hacer política constructiva, que
sirva a los ciudadanos, porque sino, como puede entenderse a un partido
político, que desde la mañana hasta la noche, tiene entre ceja y ceja, destruir
España.
Y no es de ayer, que llevan 20 años así, aunque diga el saber popular "que no hay mal que 20 años dure". Pues aunque ETA ya no existe, el PP si que existe y sigue con lo mismo.
Fuente: Diario16plus.com