6 de noviembre de 2019

ESPAÑA. El Debate electoral, el corto y cambio. Y el todo sigue igual. ¿O no?

Las hiperbólicas manifestaciones de VOX, -algunas de ellas, considero fuera de la Constitución-  en el debate electoral del lunes en TV, convierte en cómplices de las mismas a sus de facto, socios de gobierno en Andalucía y Madrid, por no confrontrar, recriminar o censurar, dichas manifestaciones.
   Tras el debate electoral, y el ofrecimiento o el no ofrecimiento, de pactos pos-electorales  por parte de los comparecientes según correspondiesen, todo sigue igual, con una ristra de descalificaciones, cuando no fake news(mentiras) o insultos hiperbólicos por parte de todos, al candidato del PSOE, Pedro Sánchez, hasta el punto que como colofón solo hubiese faltado que al también Presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, le hubieran llamado “fascista”.
Y solo en el supuesto caso, que se les hubiese pasado por la imaginación, y también con ánimo de ayudar a la ciudadanía a clarificar conceptos, me voy a permitir la licencia, en defensa de la objetividad, de escribir al respecto en el siguiente apartado, basándome en el artículo(9), cortesía del doctor en periodismo y asesor de la ONU, D. Francisco Rubiales, del cual incluyo “entrecomillado, en cursiva y negrita” el ideario y argumentario con el cual coincido, y que a mi juicio simbolizan lo más relevante del mismo, que unido a mis reflexiones, modestamente opino, que bien describo los rasgos identitarios del fascismo.
El fascismo es lo contario de la Democracia.
Los fascismos -en todas sus formas y manifestaciones- son totalitarismos (1).
Partiendo del análisis de la siguiente definición del fascismo,” al que recuerdan algunos comportamientos de “la política actual de la Generalitat de Cataluña, y de otros gobiernos autonómicos:”
El proyecto político del fascismo es instaurar un corporativismo estatal totalitario y una economía dirigista, mientras su base intelectual plantea la sumisión de la razón a la voluntad y la acción, aplicando un nacionalismo fuertemente identitario con componentes victimistas o revanchistas, lo que  conduce a la violencia".
Con lo cual concluimos que, “el fascismo es un comportamiento autoritario y déspota del poder, que impone su voluntad sin contemplaciones y antepone el orden, la autoridad vertical y el concepto de Estado a las libertades, los derechos y al mismo individuo”.
La mentira institucional, es genuinamente fascista, como también es fascista la corrupción, el intervencionismo exagerado, la marginación de los ciudadanos, el despilfarro del dinero público, el engorde desmesurado del Estado, el desprecio a valores, y el también vicio típico de la política española, que consiste en anteponer los intereses propios y del partido al bien común”.
 El fascismo de algunos políticos españoles va más allá de la corrupción, de cobrar sobres en dinero negro, de autorizar estafas masivas con productos bancarios tóxicos o de cuando se preside una autonomía, mirar para otro lado ante de la desaparición de cientos de millones de euros de las cuentas públicas”.
Igualmente -en mi opinión y al de no pocas publicaciones(3)- implican comportamientos fascistas, calumniar, injuriar o difamar tanto a las primeras Autoridades del Estado como a las Instituciones que representan, porque a mi entender, el fin último de ningunear y denigrar las Instituciones democráticas del Estado, es subvertir el orden  Constitucional.
Por último y en mi consideración, al igual que otros muchos opinan (3), son fascismo los golpes de estado(2), de cualquier época y lugar, porque, a mi juicio, van contra la esencia misma de la democracia, al usurpar de forma violenta el gobierno de un país o estado, elegido por sufragio universal. 
En resumen, fascismo sobre todo es la marginación del ciudadano de la vida política, que persigue su alienación social(5) y cultural(6), que deriva en el desamparo de la ciudadanía frente a los abusos del poder.

CONCLUSION
Dejo al libre albedrío de cada cual, la catalogación de las propuestas políticas sobre este particular, al respecto de la toma de decisiones electorales, teniendo en cuenta, además de los derechos y libertades, valores como el ecologismo para combatir los efectos del cambio climático y por supuesto valores contrarios a la xenofobía, a la homofobía o al antifeminismo. Y sobre todo, preferentemente evitando las propuestas filofascistas(7), e ignorando  las sabidas manipulaciones.
   Seguro que algunos piensan que muchos deberes son, pero la democracia es lo que tiene, hay que cuidarla mucho para que luzca bien.


NOTA IMPORTANTE
En relación a la polémica surgida por la imprecisión de las declaraciones del Presidente del Gobierno en funciones y candidato a la Presidencia, Pedro Sánchez, respecto a la "dependencia jerárquica" de la Fiscalía, quisiera aportar lo siguiente:
  1. La Constitución española dictamina en el apartado 4 del artículo 124 que el Fiscal General del Estado será nombrado por el Rey, a propuesta del Gobierno, oído el Consejo General del Poder Judicial
  2. Además, el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal -ley que regula la estructura y el funcionamiento del Ministerio Público- establece en el punto uno, del artículo 8, que el Gobierno podrá dirigirse a la Fiscalía para pedirle que promueva actuaciones en defensa del interés público o que rinda cuentas por una investigación en concreto.
Referencias
(6) Alienación cultural (6.1);  Alienación cultural (6.2)
   (7) Filofascismo. No definido por la RAE. En el diccionario italiano lo califican como "simpatizante de las ideas fascistas". 
Fuente: Redacción

POS DATA

La razón de la fuerza, descalifica la fuerza de la razón.

Desde mi punto de vista, el independentismo catalán abraza erróneamente la violencia, por entender que el Gobierno del Estado rechaza injustamente sus reivindicaciones, basándome en los siguientes aspectos:
  1. La mayoría actual de diputados independistas del Parlament de Catalunya no se corresponde con la mayoría social en Cataluña, por lo cual considero injusto, que tanto Govern como Parlament de Catalunya, solo defiendan los intereses de la mitad independentista de Cataluña, arrastrando a la mayoría social de catalanes restantes  -que en privado, con razón admiten, no sentirse representados por la Generalitat de Catalunya- a una deriva independentista, que para nada coincide con sus legítimos deseos políticos y que las próximas elecciones generales a buen seguro confirmará.
  2. “El referéndum de autodeterminación” no se encuentra recogido en el articulado de la Constitución Española, que por cierto, fue votada y aprobada en “referéndum consultivo” por todos los españoles, incluidos los catalanes.
  3. En España, como cualquier democracia moderna, existe separación de poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Y como tal, actualmente no procede la aplicación de la Ley de la amnistía(*), que en su artículo 1º, nos refiere a tiempos preconstitucionales previos al 15 de diciembre de 1976 como fecha tope de comisión de delitos para surtir efecto legal.
  4. Si desde el independentismo catalán no se producen movimientos que sitúen sus posiciones dentro del marco Constitucional y olvidan la violencia, veo difícil el inicio de negociaciones que puedan llevar “al entendimiento”, y probablemente la situación política en Cataluña corra riesgo de enquistarse, pudiendo pasar de desórdenes públicos y violencia callejera, a situaciones mucho más graves, incluso extremas (**) ó (***)
Los sueños de la razón producen monstruos y víctimas inocentes.

Referencias del “Pos Data”
Fuente: Redacción