Médicos Sin Fronteras (MSF) presentó ayer un balance de
sus intervenciones durante 2014. El año con la peor epidemia de ébola de la
historia. «No somos tan optimistas como la OMS (Organización Mundial de la
Salud)»
Así se expresó José Antonio Bastos, presidente de la organización en España que calificó el dato revelado ayer por la OMS -un 70% de casos controlados- de «un
indicador indirecto muy limitado». «Que un tercio de los casos esté fuera de
control es grave», añadió.
«Estamos contentos de que haya habido un plan y una
respuesta internacional, pero sigue siendo insuficiente», aseguró. MSF reclamó
durante el otoño que los ejércitos de los países ricos enviasen personal
especializado en guerra bacterológica, química o nuclear, a combatir la
epidemia en África occidental. «Si hubiesen ido entonces esas unidades la
situación hoy sería diferente», afirmó. Aunque se han hecho avances desde
entonces, calificó la respuesta de «demasiado lenta». «Podrían haberse puesto a
trabajar desde el primer día, pero los países han optado por subcontratar a las
ONG su respuesta o, en el caso extremo de Australia, por privatizarla», explicó
Bastos. No actuar directamente, denunció, ha impuesto retrasos que se han
traducido en más contagios.
España se suma a la lista de países
que superan la crisis
- La epidemia de ébola, afirmó, «es un ejemplo del espectacular desinterés de la comunidad internacional». Una indiferencia que se aprecia, explicó, en otras situaciones como que la ONU haya cancelado la ayuda alimentaria a más de 1,7 millones de refugiados del conflicto en Siria por falta de dinero. «¿En serio nadie tiene 58 millones de euros para dar de comer a 1,7 millones de personas?», espetó. «No es un gasto desorbitado. Y en qué se gasta el dinero es una decisión política».
- Médicos Sin Fronteras está especializa en ayuda humanitaria en situaciones de conflicto. Los protocolos de actuación contra el ébola que se han usado en todo el mundo -incluida España- los había establecido la organización. Su personal ha formado a los cooperantes de otras organizaciones que han decidido sumarse a la lucha contra la epidemia. Consideran que 2014 ha sido un año aciago, por las pandemias y por los conflictos armados, que han obligado a abandonar sus hogares a millones. «No vemos que 2015 vaya a ser mejor», sentenció el presidente de la organización en España.