4 de septiembre de 2021

OPINION. ¿Las derechas ahora son anarquistas?

 Decía el filósofo anarquista francés, Sébastien Faure, que «cualquiera que niegue la autoridad y luche contra ella es un anarquista»

A la Atención de los señores Casado, Abascal, Arrimadas y Ayuso


Sabido es, que en países democráticos la autoridad la representan los 3 poderes del Estado, a saber, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Y hete aquí que los arriba nombrados, no respetan la autoridad de ninguno de estos poderes, cuando, dados sus continuos exabruptos al respecto, unas veces niegan la autoridad de las Cámaras representativas de la Soberanía Nacional llamando terroristas a Diputados y Senadores que no les gustan lo que votan, otras menoscaban la autoridad del poder Judicial, incumpliendo la Constitución e impidiendo la normal renovación del Órgano de Gobierno de los jueces. 

Y por último, pero no menos importante, atacan al conjunto del poder Ejecutivo negando su legitimidad y por tanto su autoridad e intentando impedir la necesaria recuperación de la economía española y por ende de la sociedad española, muy depauperada por las dos crisis consecutivas, la actual a causa de la pandemia y la del 2008 de infausto recuerdo, donde nos metió de cabeza el partido popular cuando gobernaba un tal Sr. M. Rajoy, hoy apartado de la política y salvado de los banquillos de los tribunales en el último minuto ( aunque el partido no ha terminado, lo digo por el recurso interpuesto por Fernández Díaz, ministro de interior por aquel entonces). Y no me quiero olvidar de los esfuerzos que hicieron los ministros del gobierno del PP de Sr. J.M. Aznar para salvarse de la cárcel, que de poco les sirvieron al terminar 12 de los 14 ministros de dichos gobiernos en prisión o encausados por casos decorrupción.

Llegado este punto, seguro que algunos se estarán preguntando que tiene que ver la corrupción con el anarquismo, pues sencillamente la corrupción es una forma como otra cualquiera de desafiar a la autoridad vigente,  desautorizándola al tiempo.

Pues bien, a todo esto quiero añadir, que la Constitución primero, y la leyes después, deben de ser respetadas siempre, y no intentar cambiarlas cuando nos venga en gana por intereses partidistas, como es el caso de la renovación del Consejo General del Poder Judicial, o del Tribunal de Cuentas, o del Tribunal Constitucional. Hay más casos, pero para qué seguir.

Además, son de obligado cumplimiento para todos, sean nobles o plebeyos, porque refiriéndome a los jueces, no me vale que los corruptos, si son nobles, se libren de rendir cuentas ante la Ley, pues todavía recuerdo casos de cuando iba a la cárcel gente por robar una manzana para poder comer. La Ley debe ser igual para todos.

Para terminar, quiero recordar que cuando las derechas cargan contra asociaciones religiosas, de empresarios, sindicatos, o contra cualquier otro colectivo de Sociedad Civil, no ayudan nada al normal desarrollo de la representatividad de la Sociedad Española.

Pues claro, es el totalitarismo, ignorante, que diría el otro.

A lo cual respondería, más bien anarquismo de derechas o libertad de derechas, que para el caso da igual.

Fuente: Redacción