Existen viejos tratamientos que podrían tener una
segunda vida en la guerra contra el coronavirus. Entre ellos viejos fármacos contra el sida
y la hidroxicloroquina, basada en un medicamento que se usa desde hace cuatro
décadas contra la malaria.
La buena noticia de utilizar un
fármaco antiguo es que no hay riesgo si se reducen los plazos de investigación
por la urgencia de la pandemia. Ya sabemos que son seguros y además
relativamente baratos para utilizarlos a gran escala. En el caso de la
cloroquina, este antimalárico, podría convertirse en la primera barrera contra
la infección a falta de una vacuna. Podría utilizarse de forma preventiva en
los pacientes más leves o servir para los personas sospechosas de estar
contagiadas y aún no tienen la confirmación del diagnóstico. China ya lo probó
con éxito en Wuhan, la zona cero de la pandemia. Alemania también ha anunciado
el acopio de «grandes cantidades» del fármaco y el presidente de Estados
Unidos, Donald Trump, se refirió a este antimalárico en rueda de prensa como el
medicamento que puede cambiar el curso de la epidemia.
La cloroquina está en boca de todos
los responsables de salud. También grandes farmacéuticas como Bayer o Novartis
están anunciando cómo facilitar el fármaco. El ministro de Sanidad, Salvador
Illa, preguntado al respecto dijo que «España está haciendo los esfuerzos que
nos indican los profesionales sanitarios para tener aquellos fármacos
imprescindibles, no conozco al detalle del fármaco».
Frenar la expansión
La cloroquina ya ha empezado a
utilizarse en algunos hospitales españoles contra el covid-19, pero no aún como
método preventivo, para detener su expansión. Cataluña investigadores catalanes
también anunciaron pruebas con el fármaco contra la malaria y la artritis.
Oriol Mitjá explicaba que se ha comprobado cómo evita la fusión del virus en
las célula, es decir, modifica la célula para evitar que el virus entre. «El
objetivo es frenar la progresión de la infección, acortando el tiempo en que un
enfermo positivo infecta a otras personas, ya que hasta ahora se ha constatado
que cada afectado por el coronavirus puede contagiar a tres personas», contó
Mitjà en la rueda de prensa de presentación del ensayo.
China y Corea del Sur , que llevan la
delantera con el uso de cloroquina, ya han demostrado resultados favorables. Elena
Gómez Díaz, del Instituto de Parasitología López-Neyra contaba en "The
conversation" cómo su uso en forma de comprimidos está mostrando
resultados favorables en las personas infectadas. "Esto incluye un tiempo
de recuperación más rápido y una estancia hospitalaria más corta.
Investigaciones previas del CDC de Estados Unidos apuntan también a que la
cloroquina tendría un gran potencial como medida preventiva", escribe.
Todavía no se conoce el mecanismo de acción de la cloroquina y la hidroxicloroquina
sobre este enemigo invisible que ha puesto en jaque a todo el planeta, aunque
parece relacionado con su capacidad para modular el sistema inmune. Según los
pocos estudios existentes la cloroquina bloquearía la infección por virus.
Fuente. abc.es