22 de febrero de 2015

CIBERESPIONAJE. Un 'troyano' español espiaba en Marruecos

  El 'virus' pinchó también ordenadores y móviles de Brasil, Cuba, Gibraltar y País Vasco. Además  el 'gusano' actuó durante 7 años hasta que la empresa rusa Kaspersky lo detectó.
Antecedentes de la noticia
  • David R. Vidal recibió en 2005 el encargo de sus jefes de conseguir números de móviles de «personas de interés» en Marruecos, es decir de altos cargos, para «poderlos trabajar». El que fue durante más de una década colaborador del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en el norte de África se puso manos a la obra.
  • Vidal, que ahora dirige la consultora Global Chase, no preguntó el motivo, pero sospechó que el servicio secreto que le contrató había adquirido o iba a desarrollar algún sistema de interceptación de llamadas y datos de teléfonos móviles. Él se dedicaba de lleno a la inmigración clandestina hacia España y ya poseía algunos números de miembros de las fuerzas de seguridad marroquíes. «Si sabes el teléfono de un comisario y lo monitorizas, éste acabará hablando con el director general de la policía y éste a su vez con el ministro, y éste....», recuerda el ex espía.
  • Algo más de un año después de que Vidal recibiese esa petición irrumpía en cientos de móviles marroquíes y también de otros países con interés para España, un nuevo y poderoso troyano bautizado Careto algunos de cuyos códigos estaban escritos en un español muy castizo.
  • A partir de 2007 y hasta principios de 2014, Careto se infiltró en móviles y ordenadores de la administración marroquí; también en instituciones de Brasil, el país extranjero donde hay más inversión empresarial española; mientras que en España el País Vasco fue una de sus prioridades a juzgar por la proporción de pinchazos en la red de Euskaltel, el operador vasco de telecomunicaciones.
Intrahistoria de la noticia
  • Careto fue descubierto hace algo más de un año por Kaspersky, la célebre empresa rusa de ciberseguridad. Presentó el hallazgo de sus informáticos, en febrero de 2014, en una conferencia en República Dominicana y colgó un informe en su web. Inmediatamente después del anuncio de su descubrimiento el troyano se desactivó en todos los ordenadores en los que se había alojado.
  • Kaspersky se topó con Careto porque los que lo manejaban cometieron un fallo a finales de 2013. «Intentaron manipular una versión anticuada de un antivirus» de la compañía rusa, «y eso llamó la atención» porque deberían de haberlo hecho con una versión actualizada, explica Sergio de los Santos, director del laboratorio de Eleven Path, la empresa de ciberseguridad de la multinacional española Telefónica.
  • Careto «no es un troyano al uso como los utilizados por los cibercriminales», recalca Carlos Barbudo, investigador en la Universidad Complutense sobre privacidad y desarrollo de las tecnologías de la información. «Sus capacidades eran asombrosas», añade. «Desde robar las pulsaciones del teclado hasta escuchar las conversaciones vía Skype pasando por apoderarse de ficheros», añade. «Observamos un muy alto nivel de profesionalidad», subraya el informe con el que Kaspersky dio a conocer su descubrimiento.
  • «Alcanzó un elevado nivel de sofisticación aunque no tanto como Stuxnet», precisa De los Santos. Ideado por programadores estadounidenses e israelíes, según el diario The New York Times, Stuxnet es con frecuencia considerado como el troyano más poderoso de la historia de la informática. Sirvió en 2011 para torpedear el programa nuclear iraní.
  • Careto se propagó sobre todo mediante el envío de correos que contenían un falso enlace de periódicos españoles -El País y Público fueron los predilectos- o anglosajones (The Guardian). Los destinatarios creían conocer al remitente y pinchaban sin temor. «Una vez visitada la web se redirigía a la víctima hacia una página» que contenía el troyano y su ordenador quedaba infectado, explica De los Santos.
Fuente: El Mundo.es