5 de octubre de 2017

CIBERSEGURIDAD. El corazón podría sustituir a las contraseñas.

Un grupo de científicos de la Universidad de Buffalo, en Nueva York, han desarrollado un nuevo sistema de autentificación cardíaco que utiliza la forma y tamaño del corazón como único identificador biométrico.
Este nuevo sistema de autentificación usa un 'Doppler' a bajo nivel para mapear de forma inalámbrica y continua las dimensiones de tu corazón latiendo. La primera vez que utilizas el escáner tarda alrededor de 8 segundos, a partir de entonces, el sistema reconoce tu corazón de manera ininterrumpida.
La forma de trabajo de este nuevo sistema es la siguiente:
  • Al llegar a tu puesto de trabajo, tu equipo detecta el latido de tu corazón y se desbloquea de manera automática sin necesidad de contraseña o alguna otra interacción.
  • Al alejarte del dispositivo, el ordenador deja de detectar tu corazón latiendo y bloquea el equipo.
Los investigadores aseguran que la forma y las pulsaciones de nuestros corazones son únicas y pueden ser muy útiles para la autenticación y desbloqueo de dispositivos. De esta manera, tendríamos un sistema biométrico mucho más fiable que la huella dactilar o el escáner de iris.
En cuanto a los riesgos de salud que puede generar este dispositivo, los investigadores aseguran que es mucho menor que el de las señales Wi-Fi o cualquier otro sistema de autentificación.
"Vivimos en ambiente rodeado de señales Wi-Fi, y este nuevo sistema es tan seguro como esos dispositivos. El lector tiene una potencia de alrededor de 5 milivatios, es incluso menos del 1% de la radiación de nuestros teléfonos inteligentes.".
A día de hoy, este sistema no es del todo práctico debido a su enorme tamaño. Los investigadores ya trabajan para conseguir unas dimensiones aplicables a las esquina de un teclado de ordenador o a los 'smartphones'.
Uno de los errores de seguridad que presenta el dispositivo es una de sus virtudes, la facilidad de desbloqueo. Cualquier persona podría usar tu ordenador desbloqueado siempre que te encuentres lo suficientemente cerca del mismo. Desde la Universidad de Buffalo ya trabajan en una solución al problema.
Tendremos que estar atentos para ver como avanza este proyecto y ver si puede llegar a ser una alternativa real a la cada vez más anticuadas contraseñas.
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Fuente: Hispasec