Reimagine Food anunció ayer la primera experiencia
gastronómica impresa en 3D que tendrá lugar en diciembre, junto con otras
aplicaciones de nuevas tecnologías en alimentación
Primero un robot adivina qué alimentos son más
adecuados a los gustos y necesidades del usuario, más tarde una impresora en 3D
crea la comida –y los platos, y los tenedores-, y por último un dron entrega el
menú. La aplicación de las últimas tecnologías a la gastronomía ya es una
realidad, según mostró ayer en Madrid Reimagine Food. Este centro de innovación
tiene como objetivo convertir Barcelona en el Silicon Valley de la
alimentación, a través de la unión de start-up para, en palabras de su
director, Marius Robles, “hacer ideas locas”. Durante el encuentro se anunció
la primera experiencia gastronómica impresa en 3D, que tendrá lugar el próximo
día 3D, es decir, el 3 de diciembre, de la mano del chef Paco Morales, quien
promete que “estará todo bueno, que es lo importante”.
La comida tendrá lugar simultáneamente en Barcelona y
Nueva York (EEUU) a las horas del almuerzo y de la comida, respectivamente.
Doce personas entre gastrónomos, científicos y artistas degustarán platos
impresos en 3D sobre una vajilla impresa en 3D, sentados en sillas impresas en
3D y, en definitiva, en un entorno donde hasta el mismo espacio habrá sido impreso
en 3D. Esta tecnología, que ya se aplica con materiales como plástico y
cerámica, permite crear comida con un diseño predeterminado mediante la adición
de capas.
El aparato cuenta con cinco cámaras donde se introducen
los diferentes ingredientes, a partir de los cuales puede imprimir platos
basados en pasta e incluso hamburguesas y nuggets. “No se puede hacer un
jamón”, explica Sepúlveda, “pero tampoco es su objetivo”. El experto admite
que, aunque no se puede imprimir cualquier cosa, permite obtener un menú
completo.
Fuente: MIT
Technology Review