11 de mayo de 2014

Un chip basado en carbono que revolucionará la fibra óptica

La Universidad de Cantabria participa de un estudio internacional para desarrollar un dispositivo capaz de multiplicar la velocidad de transmisión de datos
La esencia del OLED
  • Las televisiones que el usuario puede encontrar en cualquier centro comercial se basan en la tecnología LED. «Pues el OLED, sería el siguiente paso a lo que ya conocemos», resume Ignacio Hernández. Las ventajas del nuevo material son múltiples:permite la fabricación de pantallas y dispositivos más finos y flexibles. Su naturaleza orgánica los convierte en dispositivos muy económicos en lo que se refiere a la fabricación. Los píxeles de los OLED emiten luz directamente, lo que mejora la resolución y el contraste de las pantallas. Los OLED no necesitan la tecnología backlight, es decir, un elemento OLED apagado realmente no produce luz y no consume energía. Como inconvenientes, y pese a que aún toda esta tecnología se encuentra en fase de desarrollo, cabría destacar su tiempo corto de vida, su excesiva sensibilidad al agua o su impacto medioambiental, por la dificultad de reciclar sus componentes.
  • El chip apenas ocupa algo más que una uña; pero sus propiedades son prodigiosas. «Los semiconductores orgánicos son los nuevos materiales llamados a revolucionar la electrónica del futuro», zanja sin complejos Ignacio Hernández, cabeza visible española –desde la Universidad de Cantabria– del conglomerado científico internacional que está tras del desarrollo de un prototipo de chip capaz de multiplicar la velocidad de las telecomunicaciones por fibra óptica.
Un chip de carbono
  • «Nosotros proponemos el uso de este nuevo material, OLED (Organic Light-Emitting Diode, en español: diodo orgánico de emisión de luz), basado en el carbono. Son prototipos, pero la instalación de uno de estos chips en un punto concreto del cable convencional intensifica la señal, la puede multiplicar y sin apenas consumo energético», resume el investigador de 36 años, que trabaja en el prototipo junto con científicos de la Universidad de Nanjing, de Lancaster y de la Queen Mary University of London gracias a una beca Marie Curie CIG.
  • Estos chips pueden realizar el mismo trabajo que las fibras ópticas amplificadoras pero con otras ventajas: no son tan caros, no necesitan de una gran instalación, y tampoco de mucha energía. «Para entendernos, son lo más parecido al ladrón que enchufamos a la toma de corriente de nuestras casas para multiplicar las tomas de electricidad», resume el joven investigador de la UC. Su utilización en mitad de un nodo puede multiplicar las tomas sin perder un ápice de intensidad en la señal.
  • Ahora, este estudio forma parte de un extenso artículo publicado por la prestigiosa publicación científica internacional Nature Materials, y lo más probable es que en menos de cinco años, este invento forme parte de la electrónica de consumo convencional.
Cientos de aplicaciones
  • No solo se usará en el campo de las telecomunicaciones. Esta tecnología encontrará traducción industrial en su implementación en sensores de nueva generación para múltiples fines, «incluso médicos, por qué no. Las propiedades del chip se pueden variar si se trabaja la química del compuesto y con ello se transforma la sensibilidad del acabado final», resume el experto, que se afana en explicar de modo divulgativo la esencia de este nuevo compuesto.
  • Lo mejor de todo es que la revolución que traerá consigo no obligará a una catarsis tecnológica. Los nuevos chips serán compatibles con la tecnología ya existente. «Tiene la ventaja de que es integrable en silicio, y eso explica por qué esta tecnología es perfectamente implementable en la ya existente». En resumidas cuentas, la empresa que pague esta patente, tendrá en sus manos la capacidad de ofertar una velocidad de Internet sin parangón en el mercado, por poner solo un ejemplo.
Fuente: Innova