12 de abril de 2014

El 'smartphone' modular de Google es la 'navaja suiza' del futuro

Empresas y expertos confían en el éxito de los móviles cuyas aplicaciones y componentes se compren y personalicen por partes
En un edificio de dos pisos en un distrito industrial de Cambridge, Massachusetts (EEUU), Ara Knaian  dirige una pequeña empresa de ingeniería eléctrica llamada NK Labs, que es uno de los principales contratistas que trabajan en el "Proyecto Ara" (que lleva su nombre) que trabajan al igual que otras 100 personas de una docena de empresas en el proyecto de tecnología de teléfono inteligente modular del grupo de Tecnología y Proyetos Avanzados (ATAP, por sus siglas en inglés) de Motorola, una división que Google retuvo cuando acordó la venta del fabricante de teléfonos móviles a Lenovo a principios de este año (ver "¿Por qué mantiene Google la división de investigación secreta de Motorola?").
Google cree que la modularidad podría tener éxito ahora, gracias a la reducción de costes y del tamaño de los componentes electrónicos utilizados, y porque la innovación en el hardware móvil convencional se está desacelerando. Además, mediante el fomento de la innovación del hardware abierto en teléfonos inteligentes y otros dispositivos móviles, Google cree que podría posicionar su software y servicios en nuevos mercados e industrias.
El ecosistema de hardware que prevé Eremenko sería totalmente abierto. Google proporcionaría el endoesqueleto, con ocho ranuras traseras para módulos, dos ranuras frontales para piezas como una pantalla y un panel de botones, y componentes de alimentación eléctrica y transmisión de datos. Estas piezas podrían ser reemplazadas o actualizadas sin descartar el resto del teléfono, y el dispositivo acabado podría adaptarse para cualquier tipo de función especial: fotografía profesional, sensores ambientales, seguimiento médico, todo en función del hardware que vaya lanzándose. Aunque el proyecto está todavía en fase de investigación y desarrollo, se espera que este mes esté listo un prototipo de trabajo.
Es una idea atractiva, pero Google tendrá que convencer a los clientes y los fabricantes de hardware para que cambien su forma de pensar.
Al menos, los componentes de teléfonos inteligentes son mucho más pequeños y más baratos de lo que solían ser. Los imanes electropermanentes que conectan los módulos sin broches o bisagras y las sencillas interfaces inalámbricas "nos ayudan a crear módulos lo menos complejos, costosos y pesados posible", señala Knaian.
De hecho, la inconveniencia de tamaño, potencia y peso que surge al crear un dispositivo modular actualmente está por debajo del 25%, un nivel de compromiso aceptable para los beneficios que proporcionaría la flexibilidad, asegura Eremenko. "Los dispositivos modulares tienden a ser como ladrillos", afirma. "Creemos estar en un punto de inflexión en el que la inconveniencia se ha reducido a crear algo que resulte bello en su conjunto".
Al menos otro fabricante de teléfonos inteligentes parece estar de acuerdo en que ha llegado la hora de la modularidad. En enero, el gigante de teléfonos inteligentes chino ZTE propuso conceptos de diseño de teléfonos cuasimodulares, llamados Eco-Mobius. El concepto de ZTE es más limitado. Permite a los usuarios cambiar sólo cuatro tipos de componentes: la pantalla, la batería, la cámara y una combinación de procesador y memoria, pero no permite añadir nuevos tipos de componentes.
Google podría convencer más fácilmente a los compradores a que probaran un dispositivo modular si aún no están acostumbrados a cambiar el teléfono inteligente cada pocos años.
Para que los clientes se pasen al hardware modular, Google tendrá que convencer a las empresas de hardware para que construyan una variedad suficiente de módulos Ara y que la idea de un ecosistema de hardware sea fiable y satisfactoria.
El fundador y director general de Bug Labs, Peter Semmelhack, con sede en San Francisco (EEUU) y dedicado al desarrollo de módulos de hardware y software, afirma que los fabricantes de hardware externos tendrán mucha importancia. "Tienes que fomentar las ventas para las compañías externas" dedicadas a fabricar el hardware, afirma. "De lo contrario, no van a hacer ningún tipo de inversión. Pero Google, siendo Google, podría ser capaz de conseguirlo gracias a su enorme tamaño".
Fuente:  MIT  Technology Review