1 de julio de 2016

ESPAÑA. Hacienda registra dos sedes de Google en Madrid

Efectivos de la Agencia Tributaria registran la sede de Google en la Torre Picasso de Madrid y el campus que el gigante de internet tiene en el centro de la capital por sospechas de fraude y evasión fiscal relacionadas con el pago del IVA y el pago del impuesto de no residentes.
Hacienda sospecha que la compañía, cuya sede europea radica en Irlanda, no está declarando una parte de la actividad que realiza en territorio español, faltando así a las obligaciones fiscales en el país. Por estas mismas razones, las autoridades francesas registraron hace un mes las oficinas que la multinacional tiene en París, después de recibir una denuncia por presunta evasión fiscal.
También en enero la empresa acordó un pago de 130 millones de libras a la administración británica en concepto de impuestos atrasados por un período de diez años, entre 2005 y 2015, cifra que el Parlamento británico consideró baja en relación a los ingresos de la compañía en el Reino Unido.
Cada vez más voces reclaman que se persigan este tipo de prácticas fraudulentas comunes en compañías como Amazon o la propia Google y piden que sus actividades se adapten a las leyes fiscales del país donde operan.La empresa ha asegurado que está cooperando con las autoridades españolas respondiendo a todas las cuestiones y requerimientos que le están planteando, tal y como recoge Reuters.
En el trasfondo de todas estas investigaciones se encuentran la falta de armonización fiscal en la UE y la estrategia tributaria de la compañía, semejante a otras como Apple o Twitter, por ejemplo.
Las ventas que declaran estas firmas en cada país no están relacionadas con su facturación real. Las filiales en España -y otros países europeos- actúan como comisionistas de otra sociedad matriz radicada en países con gravámenes fiscales menores como Holanda o Irlanda. Las subsidiarias nacionales sólo tributan por las comisiones mínimas que reciben de su matriz holandesa o irlandesa, que se anotan la mayor parte de la facturación pagando unos tipos impositivos mínimos.
Fuente: El Mundo.es