La
tecnología podría estar en el mercado en 2016, aunque después de
tantas promesas es difícil fiarse.
Cada
dos por tres se anuncia una nueva tecnología que promete alargar la
vida de nuestros dispositivos electrónicos y la autonomía de los
coches eléctricos. Pero pasa el tiempo y no acaban de
comercializarse. La tecnología de SolidEnergy, una empresa fundada
en 2012 por investigadores del MIT, parece sin embargo bastante cerca
del punto en que se convierte en algo viable, ya que prometen que
estarán disponibles en 2016 y cuentan con el apoyo de Google.
La
nueva batería sigue siendo de ión litio como las que pueblan los
dispositivos electrónicos y coches eléctricos. La diferencia es que
han logrado eliminar el grafito del ánodo, que supone casi el 50%
del espacio que ocupa una batería normal, para sustituirlo por una
fina capa de metal de litio, de modo que con la misma capacidad ocupe
la mitad. O, dicho de otra manera, que al mismo tamaño dure el
doble.
La
idea de sustituir el grafito no es nueva, pero SolidEnergy asegura
haber solventado los problemas prácticos que su implementación
había sufrido hasta ahora. El metal de litio tiende a reaccionar con
el electrolito de las baterías, formando compuestos que atrapan los
iones y reducen la energía que puede almacenar, en una reacción que
además puede generar suficiente energía como para incendiar la
batería. La solución que se ha empleado hasta ahora era sustituir
el electrolito, que habitualmente es líquido, por un compuesto
sólido, pero éste no conduce tan bien, perjudicando el rendimiento
de la batería.
Lo
que ha hecho SolidEnergy es utilizar un electrolito sólido en el
ánodo de metal de litio, donde al ser tan fino no importa tanto que
los iones se muevan más despacio porque no tienen que ir muy lejos,
y uno líquido en el cátodo. Además, al parecer su sistema no
requiere de equipación distinta a la que ya tienen las fábricas de
baterías, por lo que podrían pasar a producción con relativa
facilidad.
Actualmente
estas baterías pueden recargarse 300 veces manteniendo el 80% de su
capacidad original, lo cual lo acerca a las necesidades de los
dispositivos electrónicos, pero se quedan lejos aún de lo que haría
falta para los coches eléctricos. Google confía en esta empresa lo
suficiente como para haberles confiado la producción de futuras
baterías para sus móviles modulares del Proyecto Ara, que por sus
características y diseño les vendría especialmente bien una
batería más pequeña.
Fuente:
Europa Press