A los propietarios de 'tablets' o 'smartphones' que usen una
de las versiones de Android pre-KitKat (4.4) les quedan tres opciones:
actualizar su sistema operativo (que en la mayoría de los casos no podrán
porque no se ha lanzado la conveniente actualización), comprar un nuevo móvil o
convivir con un fallo de seguridad que Google ha decidido no arreglar.
Este 'bug' afecta al
navegador de estos terminales, está presente en Android 4.3 Jelly Bean y las
versiones que le preceden (por lo que afecta a un 60 por ciento de los usuarios
de este sistema operativo) y es de sobra conocido por el rey de los buscadores.
El jefe de seguridad
de Android, Adrian Ludwig, escribió en su cuenta de Google+ que arreglar esta
vulnerabilidad "no es práctico a largo plazo", ya que aún circulan
tantas versiones de Android que cada una necesitaría un parche a medida. Google
confirmó que la postura de la compañía coincidía con la de Ludwig.
La tecnológica
recomienda que, si no se quiere o, más posiblemente, no se puede actualizar la
versión del dispositivo, al menos en lugar del navegador para Android que viene
preinstalado en muchos Android, se use Google Chrome, que funciona en Android
4.0 Ice Cream Sandwich o superior, o Mozilla Firefox, disponible desde Android
2.3 Gingerbread.
Esta falta de
actuación por parte de la tecnológica ha enfurecido a los expertos en seguridad
que consideran que esta decisión pondrá a disposición de los hackers a cientos
de millones de usuarios que aún utilizan con estas versiones. Ludwig opina que
los posibles afectados por este fallo dismunuyen día a día, pero muchos
consideran que no lo hacen lo suficientemente rápido y durante mucho tiempo
habrá millones de usuarios expuestos.
Fuente: Europa Press