La compañía investiga si el 'pirateo' de
varias películas aún inéditas es la respuesta de Pyongyang a 'La entrevista' y
a su retrato de Kim Jong-un.
Según
declaró entonces un portavoz del Ministerio de Exteriores, la comedia sí
constituía "un acto de guerra" al que Pyongyang se reservaba el
derecho de responder. "Nuestro Ejército y nuestro pueblo ve al líder
supremo como algo más precioso que sus propias vidas. Si la Administración
norteamericana se confabula y patrocina la proyección de la película, nos
invita a una respuesta fuerte y despiadada", decía en declaraciones
recogidas por Chosunilbo Media.
La
respuesta podría haber llegado por el canal menos esperado. De hecho, podría
constituir -de confirmarse los temores- el primer ataque cibernético de un
Gobierno en la Historia. Sony Pictures investiga si las amenazas norcoreanas
han adoptado la forma del ataque informático que ha pirateado al menos cinco
estrenos cinematográficos, un acto que puede costar a la compañía decenas de
millones de dólares en plena temporada navideña. Entre las películas afectadas
figuran el 'remake' de 'Annie', 'Mr. Turner' o la última película bélica de
Brad Pit, 'Fury', la única de las cinco que ya está siendo proyectada en cines:
desde que fuera colgada en páginas de descargas ha sido visitada más de un
millón de veces.
En
total, ya se han producido dos millones de descargas de las cinco producciones
afectadas. Suficiente para que el FBI haya lanzado su propia investigación.
"Los ataques contra las redes informáticas del sector público y privado
sigue siendo una amenaza significativa, y el FBI seguirá identificando,
perseguiendo y y derrotando a individuos y grupos que representen una amenaza
en el ciberespacio", ha comunicado el departamento de Investigación
mediante un comunicado.
Sony
se ha limitado a declarar que el "robo de contenido es un asunto criminal
y estamos trabajando estrechamente con las fuerzas del orden para
confrontarlo" pero no esconde sus "furiosos" esfuerzos por
volver a la normalidad. La compañía ha contratado una compañía privada,
FireEye, para investigar el acto de piratería protagonizado el pasado día de
Acción de Gracias por el denominado #GOP o Guardianes de la Paz (por sus siglas
en inglés), que amenaza con filtrar "secretos y altos secretos" de la
empresa norteamericana.
En
el mismo ataque también fueron robados otros elementos como cuentas Twitter de
la compañía o una tabla de datos con los salarios de sus ejecutivos. Según el
experto en Seguridad cibernética Gary Miliesfsky, citado por la CBS,
"parece que [el asunto] va a ir a más. Si yo fuera Sony, estaría preparado
a medida que se acerque el estreno de la película el próximo 25 de diciembre a
la espera de nuevos ataques de Corea del Norte mediante sus operativos en todo
el globo".
No
existe ninguna prueba de que Pyongyang tenga nada que ver con el ataque, pero
sí hay dos coincidencias que alimentan las sospechas. Según fuentes del 'Wall
Street Journal', los códigos empleados por los piratas informáticos en el
actual ataque son muy similares a los usados en otro episodio similar del
pasado año, esta vez contra la televisión surcoreana y varios bancos de este
país, en un acto atribuido a su sempiterno enemigo norcoreano. Por otro lado,
la BBC informaba hoy de que un portavoz norcoreano se habría negado a desmentir
la implicación de su Gobierno en el acto de piratería, respondiendo a las
preguntas con un lacónico "esperen y verán".
Fuente:
El Mundo.es