Un equipo de investigadores analiza la
red filogenética de 160 genomas completos del virus para comprender la
evolución de este virus dentro de los humanos
Un equipo de investigadores ha
analizado la red filogenética de 160 genomas completos del SARS-CoV-2 para
comprender la evolución de este virus dentro de los humanos y ayudar a rastrear
las vías de infección que ha seguido el nuevo coronavirus.
El estudio publicado en la revista
Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), señala que han
encontrado tres variantes centrales del SARS-CoV-2, que se distinguen por los
cambios de aminoácidos. Los investigadores las han denominado A, B y C, siendo
A, la variante ancestral ya que es la más cercana a los coronavirus de
murciélagos analizados en investigaciones previas.
Situación
por países
Por su parte, los resultados reflejan
que los tipos A y C se encuentran en proporciones significativas fuera de Asia
oriental, es decir, en Europa y Estados Unidos principalmente. Según el
estudio, la variante A se encontró mayoritariamente en pacientes de Estados
Unidos, pero, sorprendentemente, no en Wuhan. En el foco de la epidemia la
principal variante de virus fue la B.
A su vez, el tipo B es el más común en
el este de Asia. Tanto él, como su su genoma ancestral, parecen no haberse
extendido fuera del este de Asia sin haber mutado. Es decir, el tipo B
ancestral está monopolizado por los asiáticos orientales ya que cada genoma de
tipo B fuera de Asia ha evolucionado antes. Por lo tanto, esto indica
resistencia inmunológica o ambiental contra el tipo B ancestral fuera de Asia.
Por otro lado, la variante C aparece
como el principal tipo europeo que se encontró en los primeros pacientes de
Francia, Italia, Suecia y el Reino Unido. Está ausente en la muestra de China
continental, pero es evidente en Singapur, Hong Kong, Taiwán y Corea del Sur.
Rutas de infección
Rutas de infección
Una aplicación práctica de la red
filogenética es reconstruir rutas de infección desconocidas que representan un
riesgo para la salud pública. El estudio recoge algunos casos donde el
historial de infección está bien documentado.
Por ejemplo, el 25 de febrero de 2020
se informó del primer ciudadano brasileño que había sido infectado después de
una visita a Italia. El algoritmo de red filogenética refleja un vínculo
mutacional entre un genoma viral italiano y un genoma viral brasileño en el
grupo C.
Otro ejemplo que resalta la
investigación es el caso del genoma viral mexicano único en la red. Se trata de
una infección documentada el 28 de febrero de 2020 en un viajero mexicano que
se encontraba en Italia. La red no solo confirma el origen italiano del virus mexicano,
sino que también implica que este virus italiano se deriva de la primera
infección alemana documentada el 27 de enero de 2020 en un empleado que
trabajaba en Munich, quien, a su vez, había contraído la infección de un
compañero chino de Shanghai
Fuente: gacetamedica.com