La encuesta de seroprevalencia tiene
por objetivo saber el porcentaje de población inmunizada y detectar posibles
casos para aislarlos
Familias de toda España han comenzado
a recibir este lunes la llamada desde sus centros de salud o consejerías de
Sanidad para citarles a un estudio para conocer la expansión real de la
epidemia de la covid-19. Para esta encuesta de seroprevalencia, el Instituto
Nacional de Estadística ha seleccionado al azar más de 36.000 hogares, en los
que están representados todos los grupos de edad, sexo y localización
geográfica. En total, 90.000 personas están invitadas a participar, de forma
voluntaria en el estudio, en el que se les realizará un primer test rápido de
anticuerpos (con un pinchazo en un dedo), y una segunda prueba de anticuerpos
del suero, que requerirá de una extracción de sangre con personal sanitario
especializado.
Los hogares, con una media de 2,5
miembros, están repartidos por todo el territorio. El tamaño muestral elegido
por provincia varía entre las 900 personas en las ciudades autónomas de Ceuta y
Melilla y las 6.000 en la Comunidad de Madrid. El Ministerio de Sanidad espera
que la muestra final esté compuesta por un mínimo de 60.000 personas, según un
comunicado en el que ha informado de los detalles del llamado Estudio Nacional
Epidemiológico de la infección por SARS-CoV2 en España (ENE-COVID).
Así será el estudio
Cada persona pasará los dos tipos de
pruebas distintas tres veces, con una separación de tres semanas entre muestra
y muestra. Así se puede apreciar si durante la duración del estudio desarrollan
anticuerpos, es decir, “la evolución dinámica de la enfermedad”, lo que para
los expertos es un dato muy relevante. La realización de pruebas a todas las
personas que conviven en un mismo domicilio puede permitir además “diferenciar
entre las nuevas infecciones por trasmisión comunitaria y las que se puedan
estar produciendo dentro de los hogares”.
Primero se hará un test rápido de
inmunocromatografía, que detecta en 10 minutos con un simple pinchazo en un
dedo —un procedimiento similar al de una prueba para medir la glucosa— tanto la
inmunoglobulina IgM (los primeros anticuerpos que se generan) como la IgG (los
más duraderos), información que permite saber si la persona ha estado
infectada. Aunque se llegó a valorar que fuera el Ejército el que tomara las
muestras, finalmente son los servicios de salud autonómicos los encargados.
Esta prueba se realizará en el propio hogar o en un centro de salud, “en
función de la evolución de la epidemia y de las circunstancias de cada
familia”, por personal sanitario de la atención primaria que ha recibido una
formación. En Madrid, por ejemplo, las realizará desde mediados de esta semana
un equipo formado por 30 profesionales de Enfermería, que se desplazarán a los
domicilios seleccionados, según la Consejería de Sanidad.
Sanidad explica que, aunque se estima
que la sensibilidad de estos test rápidos es superior al 80%, “para asegurar la
fiabilidad de los resultados”, se ha considerado “muy recomendable” obtener
además una muestra de suero en todos los pacientes, a través de la extracción
de sangre con un pinchazo en el brazo. Estas muestras se analizarán utilizando
“una técnica serológica más sofisticada y más precisa”, según el ministerio.
Además, se realizará a los
participantes un cuestionario epidemiológico con preguntas para conocer la
existencia de un diagnóstico previo de covid-19, la presencia o antecedentes de
síntomas compatibles con esta enfermedad y los principales factores de riesgo
conocidos. Cada miembro de las familias seleccionadas recibirán un documento de
consentimiento informado, incluyendo uno orientado a menores.
Fuente: ElPais.com