3 de mayo de 2014

PIRATERÍA. ¿ A la conquista de la comodidad legalizada ?

Hace unas semanas vimos el nacimiento de Popcorn Time, y lo que en un principio parecía que iba a ser una aplicación más para ver películas online ha despertado toda una revolución en la piratería. La industria actuó, los dueños originales desistieron, otros tomaron el relevo, y ahora hay más alternativas.
Sólo hay que ver el panorama que se ha creado en muy poco tiempo: de Popcorn Time hemos saltado a Cuevana Storm, y de ahí a eliminar la necesidad ni siquiera de tener que instalar una aplicación nativa con la web Cinefi. Es un nuevo método muy astuto para utilizar las redes P2P, que por mucho que se mire a otro lado representará un desafío enorme para las distribuidoras.
El primer aviso llegó hace años con Spotify
  • Vayamos unos años atrás en el tiempo y partamos de la gran verdad, la de que todos hemos pirateado contenido alguna que otra vez. Hace no tanto tiempo nos quejábamos del alto precio de los discos tanto en tiendas físicas como en internet, y muchos pirateaban no sólo por el todo gratis sino a modo de protesta.
  • Y entonces llegó Spotify y su modelo 'olvídate de todo' por diez euros al mes. Muchos pensaron en su momento que esa cuota mensual era cara, pero Spotify tenía muy clara su técnica: vencer a la piratería ofreciendo un modo más sencillo y más cómodo de escuchar cualquier canción que quieras. Piratear implicaba buscar un torrent, descargarlo e importarlo a nuestra biblioteca musical, además de sincronizarla con nuestro reproductor móvil.
  • Ahora, con Spotify y el resto de servicios que se basan en su modelo, todos esos pasos se reducen a uno. Estés en el dispositivo que estés, no importa: buscas lo que quieres reproducir y listo. Así, ser legal es más cómodo y más rápido que piratear.
El streaming por P2P no ha hecho más que empezar
  • Los programas como Popcorn Time utilizan esta misma técnica: la comodidad. Abrir un programa, seleccionar lo que quieres ver, y listo. Dicho de otro modo, es un Netflix gratuito basado en los torrents que circulan por la red. Y es tan efectivo que incluso Netflix estaría ponderando pasarse al P2P (de forma legal, claro).
  • La reacción de la industria cinematográfica (que provocó el primer cierre de Popcorn Time) es lógica, la reproducción de contenido pirata no es lo que precisamente se desea. El problema es que estamos ante una especie de Hidra: cuando la industria cierra un programa, aparecen dos más y con mejores características. Es inevitable, y continuará siendo así.
La industria  debería comprender que las leyes no pueden acabar con este tipo de piratería
  • ¿Hasta cuando? Hasta que haya algo que sea más cómodo, o al menos más rápido y fiable que Popcorn Time. Y a estas alturas algo así es muy difícil, ya que Netflix (y Wuaki.tv en España) ya se acercan a este punto. El problema es, quizás, que la industria sigue aplicando unas reglas demasiado draconianas al ceder su catálogo de películas para estos servicios. Es algo que dura ya desde hace demasiados años, y es lo responsable de cierres de servicios muy prometedores como Youzee.
  • Es por eso que creo, por mucho que lo contradigan en los altos cargos de las discográficas y los ministerios de cultura, que la pelota ahora mismo está en su tejado. La piratería ha encontrado un modo de ser mucho más cómoda y accesible que cualquier catálogo legal por streaming, y eso no se puede contrarrestar a base de leyes y bloqueos.
Fuente: Genbeta.com