11 de diciembre de 2022

LA DEMOCRACIA DE PUTIN. Rusia encarcela 8 años al opositor ruso Yashin por defender la libertad de expresión, al decir que la matanza de Bucha si existió.

Aliado del líder opositor Alexei Navalny, Yashin es uno de los pocos políticos críticos con el Kremlin que no ha abandonado Rusia desde el inicio de la guerra

Las autoridades rusas no tienen piedad con quien hable de lo que Rusia está haciendo en Ucrania. 

El político opositor ruso Ilya Yashin ha sido sentenciado a ocho años y medio de prisión por cargos de difusión de "información falsa" sobre el ejército. Una pena más dura de la que han afrontado otros rusos por homicidio.

El delito de Yashin: denunciar la brutalidad criminal del ejército ruso en Ucrania y rechazar que las pruebas sean fabricadas, como apunta el Kremlin y sus propagandistas en redes sociales o canales rusos en otros idiomas como RT.

Yashin, de 39 años, fue juzgado por salir en un video de YouTube publicado en abril en el que habló de las evidencias descubiertas por periodistas occidentales sobre las atrocidades rusas en Bucha, municipio cerca de Kiev. Yashin osó poner en duda la versión oficial de Moscú de que tales informes habían sido fabricados como una "provocación" contra Rusia.

Hay múltiples pruebas forenses, de testigos y de vídeo sobre las matanzas de Bucha. Pero la jueza Oksana Goryunova, del tribunal de distrito de Meshchansky dijo que Yashin había cometido un delito al difundir "información falsa a sabiendas sobre las Fuerzas Armadas de Rusia".

En su discurso final ante el tribunal a principios de esta semana, Yashin calificó la ley y su encarcelamiento como "la voluntad de Vladimir Putin", y agregó que el presidente ruso también tiene responsabilidad personal por el "baño de sangre" en Ucrania.

Fuente: El Mundo.es

OTROS CASOS DE REPRESIÓN POLITICA DEL KEMLIN

Solo Yeltsin, entre 1991 y 1999, y Medvédev, presidente entre 2008 y 2012, han estado en el cargo de presidente de Rusia. Todo el tiempo restante, Vladímir Putin ha ocupado el sillón principal del Kremlin, siendo el jefe de Estado ruso que mayor tiempo ha permanecido en el cargo desde la caída de la Unión Soviética en diciembre de 1991.

Y, ante la posible amenaza de perder el poder, Putin ha señalado públicamente a activistas y opositores que, posteriormente, han perdido la vida en circunstancias muy extrañas, las cuales daban a entender que se había producido un asesinato. A continuación, enumeramos algunos de los opositores a Putin más conocidos que han terminado perdiendo la vida. Casi todos, envenenados o asesinados

Paul Klébnikov (1963 - 2004)

El editor de la revista Forbes en Rusia, Paul Klébnikov, fue una de las primeras muertes sospechosas en el quinto año de mandato de Putin, cuando ya se empezaba a formar una opinión muy crítica del periodismo hacia su figura. Klébnikov investigaba posibles casos de corrupción en las altas esferas de Rusia, lo cual pudo llegar a suponer que fuera un obstáculo para los intereses del Kremlin. Varios pistoleros montados en un coche le acribillaron a balazos cuando acababa de salir de su oficina. Posteriormente, se culparía a tres chechenos que terminaron siendo absueltos por falta de pruebas, aunque todavía la mayor parte de su círculo sigue insistiendo en que fue Putin y su círculo quienes ordenaron su muerte.

Anna Politkóvskaya (1958 - 2006)

La escritora Anna Politkóvskaya fue una de las mayores opositoras a Putin durante los primeros siete años de su mandato. Mostró en todo momento su rotunda condena a la segunda guerra librada en Chechenia y criticaba públicamente con dureza a Putin. Llegó a escribir un libro en el cual decía que el retorno a la democracia con Putin era "un plan fallido". Tras ser amenazada de muerte en numerosas ocasiones, fue asesinada en octubre de 2006 tras recibir varios disparos. Una vecina encontraría su cadáver en el ascensor de su casa, mostrando signos evidentes de que había sido acribillada a balazos.

Alexander Litvinenko (1962 - 2006)

Uno de los casos más reconocidos a nivel internacional es el de Alexander Litvinenko, un investigador del crimen que se marchó del KGB y llegó a publicar un libro en el cual hablaba de los peores entresijos del Kremlin. Vinculó al Kremlin con Al-Qaeda, acusó a Rusia de organizar un tiroteo en el Parlamento de Armenia, relacionó a terroristas internacionales con el antiguo KGB y comenzó a investigar el asesinato de Anna Politkóvskaya, asesinada en octubre de 2006. Un mes después, él moriría tras ser intoxicado con polonio radiactivo, una sustancia que le provocó la muerte en cuestión de días. Su viuda ha mantenido desde su muerte que fue asesinado por orden de Putin.

Natalia Estemírova (1958 - 2009)

Esta mujer, una conocida activista de derechos humanos en Chechenia, fue otra de las grandes opositoras a la segunda guerra en la región, y lo reconoció públicamente de manera reiterada. Pese a que no se confirmó oficialmente, la versión más popularizada es que un par de personas la secuestraron en su casa y se la llevaron en un automóvil, para posteriormente ser asesinada con varios disparos. Estemírova vivía en Grozni, capital de Chechenia, e investigaba casos muy peligrosos que otros colegas suyos no se habían atrevido a llevar por miedo a que les ocurriera algo.

Borís Berezovski (1946 - 2013)

Este empresario, uno de los magnates más célebres durante la presidencia de Boris Yeltsin, llegó a afirmar que su principal objetivo político era "derrocar a Putin por la fuerza". Tuvo que marchar a Reino Unido, donde se le concedió asilo político por miedo a que fuera liquidado en Rusia. Finalmente, fue hallado muerto en 2013 en su apartamento, en lo que parecía ser un suicidio por ahorcamiento. No obstante, siempre se llegó a sospechar que el Kremlin estaba detrás de esta misteriosa muerte por su firme oposición a Putin.

Y últimamente el caso Navalny

Que tras ser envenenado en un vuelo entre la ciudad de Tomsk (Siberia) –donde había viajado para ayudar a los candidatos de la oposición a organizarse de cara a las elecciones locales–. Después de ser sanado en Alemania, fue juzgado y condenado por un tribunal, supuestamente independiente de Moscú, a 9 años de cárcel por lucrase de los fondos de una plataforma política, que previamente  Moscú la había considerado ilegal. 

Fuente: El Pais.com