19 de abril de 2020

ESPAÑA. Sanidad incorpora 2 nuevos medicamentos para pacientes muy graves del COVID-19

El Ruxotinilib y el Siltuximab, diseñados para otras patologías, podrán aplicarse a pacientes graves que no responden a otros tratamientos tras tener resultados preliminares positivos en Italia
La Agencia Española del Medicamento ha admitido el uso de dos productos ya existentes como remedio de último recurso para pacientes de COVID-19. Se trata de dos moléculas diseñadas para tratar enfermedades raras denominadas Ruxotinilib y Siltuximab.
La Agencia ha añadido estos dos fármacos para "uso compasivo" lo que significa que se permite administrarlos antes de obtener una autorización completa para los enfermos que no responden a otro tratamiento y cuya vida está en peligro por la infección. Un último recurso.
En una enfermedad como la COVID-19, que tiene una existencia de meses, "no existen evidencias que permitan recomendar un tratamiento específico", como indica Sanidad. La búsqueda se está llevando a cabo por todo un espectro de medicinas: antivirales, antiinflamatorios, supresores del sistema inmune...
Al igual que otras medicinas que han saltado a la palestra como la hidroxicloroquina, estos dos fármacos se diseñaron, autorizaron y prescriben actualmente para otras enfermedades. Sin embargo, han sido utilizados experimentalmente en Italia en enfermos graves infectados con el SARS-Cov-2 y han mostrado resultados positivos. De ahí que, ahora, si los médicos consideran oportuno, puede recurrirse a ellos en España.
El Ruxotinilib es una sustancia indicada para enfermos de mielofibrosis y policitemia a los que se les agranda el bazo. Ambas patologías están relacionadas con una alteración de la médula ósea. La primera impide que se produzca la cantidad normal de células sanguíneas y la segunda implica que se crean demasiados glóbulos rojos (que espesan en exceso la sangre).
Utilizado en el hospital de Livorno (Italia), se aplicó a pacientes con un cuadro grave que iban encaminados hacia su ingreso en la UCI y la necesidad de respiración asistida. Ocho enfermos frenaron esa evolución y no tuvieron que pasar a cuidados intensivos. Se trata de un grupo minúsculo, por lo que es preciso ampliar los estudios sobre Ruxotinilib, que es propiedad de la farmacéutica Novartis y se comercializa con el nombre Jakavi.
La otra molécula, el Siltuximab, se ha utilizado en pacientes graves de COVID-19 y está en un ensayo clínico desarrollado en el hospital Papa Juan XXIII de Bérgamo (ciudad especialmente golpeada por la pandemia). Este fármaco está autorizado para tratar la enfermedad de Castleman multicéntrica (un trastorno poco frecuente que involucra el crecimiento excesivo de las células de los ganglios linfáticos).
El ensayo incluye a 25 pacientes con complicaciones respiratorias graves, de los que el 76% estabilizaron su condición o mejoraron, según los datos preliminares. La idea de recurrir a este producto se basa en que previene la respuesta sobredimensionada del sistema inmune que, según las primeras evidencias, está detrás de los casos más graves de neumonía en enfermos de COVID-19. La llamada tormenta de citoquinas. Si este medicamento confirma sus efectos, permitiría dar tiempo a los pacientes para recobrar la función pulmonar e ir abandonando las unidades de cuidados intensivos.
Fuente: eldiario.es