La Oficina del
Comisionado de Información británica (ICO) ha abierto una investigación sobre
las actividades de la firma de datos Cambridge Analytica.
La comisaria
Elizabeth Denham ha pedido una autorización judicial para poder inspeccionar la
sede londinense de la compañía, en el ojo del huracán por su papel en las
elecciones presidenciales norteamericanas tras haber obtenido y manipulado
hasta 50 millones de perfiles de usuarios de Facebook con fines
propagandísticos.
Denham ha reclamado
directamente a Facebook que suspenda su propia auditoría, a cargo de la empresa
Stephen Kinnock, para dejar vía a libre a los investigadores del organismo
independiente británico, que vela por el acceso público a la información
oficial y por la protección de los datos personales.
Downing Street ha
expresado entretanto su "preocupación" por las actividades de la
compañía norteamericana en suelo británico tras la difusión de un vídeo
(grabado con cámara oculta por el Canal 4) en el que el ya ex director
ejecutivo de Cambridge Analytica, Alexander Nix, habla del uso de técnicas para
interferir en los procesos electorales: desde la difusión de noticias falsas a
los sobornos a los candidatos rivales, pasando por "el uso de bellas
chicas ucranianas" para "entrampar" a los políticos.
"Si se demuestra
que Cambridge Analytica ha violado flagrantemente nuestras reglas electorales,
eso pondría un enorme signo de interrogación sobre el resultado del referéndum
de la UE", ha advertido el diputado laborista Stephen Kinnock, que se ha
sumado a la petición de una comparecencia urgente en el Parlamento británico de
Alexander Nix y del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg.
Niegan la relación
Niegan la relación
El ex director de
Cambridge Analytica compareció a finales de febrero en la comisión
parlamentaria que investiga el fenómeno de las 'fake news' y ya entonces negó
su relación con la campaña pro-Brexit Leave.eu, encabezada por el ex líder del
Ukip Nigel Farage y el millonario Arron Banks.
"No trabajamos
con ellos", aseguró Alexander Nix. "Lo miren como lo miren, parezca
lo que parezca, y aunque haya tweets de otra gente que diga lo contrario, lo
cierto es que no realizamos ningún trabajo pagado o no pagado, ni tuvimos una relación
formal con Leave.eu, ni con ninguna otra organización durante el referéndum de
la UE".
Pero la evidencia
habla por sí sola: la directora de desarrollo de Cambridge Analytica, Brittany
Kaiser, estuvo junto a Arron Banks en el panel de lanzamiento de la campaña Leave.eu
en noviembre del 2015. "Llevaremos a cabo una investigación a gran escala
en la nación para entender realmente por qué la gente quiere quedarse o salir
de la UE", declaró Kaiser. "Los números no mienten: nos basta con
seguir los datos", dijo en ese mismo acto el analista Gerry Gunster, que
presumió de haber ganado 24 referéndums en Estados Unidos.
El propio Arron
Banks, en su libro 'Los chicos malos del Brexit', hacía pública y notoria la
relación de su campaña con la enigmática consultora de datos: "Hemos
contratado los servicios de Cambridge Analytica, una compañía norteamericana
que usa el 'big data' y los perfiles psicográficos para influir en la
gente".
En febrero de 2016
era el propio Alexander Nix quien explicaba así el inusual vínculo transatlántico
en la revista de marketing Campaign: "Hemos hecho equipo con Leave.eu para
entender mejor a los votantes británicos y comunicarnos con ellos (...) Hemos
ayudado a 'recargar' la campaña de redes sociales para asegurarnos de que los
votantes reciben los mensajes adecuados online, y la campaña en la página de
Facebook está creciendo a razón de 3.000 usuarios al día".
Un ensayo para las
presidenciales de EEUU
El director de estrategia de Leave.eu, Andy Wigmore, reconoció a 'The Observer' que Cambridge Analytica había ayudado a la campaña a "recolectar datos personales" y dirigir "mensajes contra la Unión Europea" a los votantes en Facebook.
El director de estrategia de Leave.eu, Andy Wigmore, reconoció a 'The Observer' que Cambridge Analytica había ayudado a la campaña a "recolectar datos personales" y dirigir "mensajes contra la Unión Europea" a los votantes en Facebook.
Wigmore reconoció que
la colaboración fue posible gracias a "la buena amistad" del
nacionalista Nigel Farage con el multimillonario norteamericano Robert Mercer,
fundador de Cambridge Analytica, a través de Matthew Richardson, abogado y ex
secretario general del Ukip.La estrecha relación de Farage con Steve Bannon, ex
jefe de comunicación de Trump, fue la otra pieza clave en la colaboración
oficiosa entre las dos campañas en el 2016.
Cinco meses antes de
las presidenciales norteamericanas, el Brexit pudo haber servido de laboratorio
de pruebas para las nuevas armas de persuasión de masas, usando el poder de las
redes sociales.
A toro pasado, tanto
Cambridge Analytica como Leave.eu han marcado distancias negando la relación e
incluso borrando el rastro digital (un post titulado 'La ciencia detrás de
nuestra estrategia' explicaba cómo la "metodología psicográfica" empleada
en la campaña del referéndum suponía "otro nivel de sofisticación" en
el terreno de la política).
La batalla del Brexit se ganó en el
'territorio comanche' de las redes sociales, eso parece cada vez más claro.
La segunda campaña a
favor de la salida de la UE, Vote Leave, capitaneada por Boris Johnson y
Michael Gove, destinó la mitad de su presupuesto de ocho millones de euros a
los servicios de AggregateIQ, otra enigmática empresa de "pura
inteligencia de datos" con sede en Canadá. Fundada por el administrador
universitario Zack Massingham, su lema podría servir de guía en tiempos del
Brexit: "Plan Big and Dont Sweat the Small Stuff" ("Planea a lo
grande y no sudes por las pequeñas cosas").
Fuente: El Mundo.es