El alemán Günther Oettinger, comisario de Economía y
Sociedad Digitales, ha planteado un texto que incluye dos propuestas estrella.
Por un lado, una versión mejorada del canon AEDE o tasa Google de Mariano
Rajoy, que en su afán recaudatorio hizo que el buscador prefiriera cerrar
Google News España antes que hacer frente a esa tasa. Esto provocó que los
editores adscritos a AEDE (Asociación de Editores de Diarios Españoles) no
consiguieran un céntimo y además perdieran el tráfico que Google les redirigía.
La segunda propuesta de Oettinger −muy cercano a Axl Springer, gran grupo editorial que consiguió impulsar un canon AEDE en Alemania− es crear un filtro que permita analizar cada contenido que se suba a la red en busca de posibles violaciones de derechos de autor. La Comisión pretende que sean las plataformas como YouTube quienes hagan la criba antes de que el contenido esté disponible para el resto de usuarios, pero otorga a las entidades titulares de derechos de autor la misión de "identificar" aquellos que infringen el copyright.
En palabras de la Comisión Europea, esto son las
"medidas pertinentes" para "impedir que estén disponibles en sus
servicios obras u otras prestaciones identificadas por los titulares de los
derechos" y que deberán instaurar las plataformas digitales "que
almacenen y faciliten acceso público a grandes cantidades de obras u otras
prestaciones cargadas por sus usuarios". Es decir, no sería un juez sino
los "titulares de derechos" –denominación bajo la que, en España,
encontramos entidades como la SGAE o AEDE– los encargados de señalar qué
contenidos violan derechos de autor.
Este mecanismo ha sido duramente criticado por especialistas en economía digital, juristas y asociaciones de defensa de los derechos fundamentales en Internet. No solo porque eleva a estas entidades a un estatus desde el que pueden confrontar libertades fundamentales como la de expresión o de prensa arguyendo esa titularidad de derechos de autor, sino también porque ese filtro podría utilizarse para "la censura previa": organizaciones lideradas por la española Xnet, a la que apoyan entre otras Electronic Frontier Foundation (EFF), European Digital Rights (EDRi), La Quadrature du Net o Bits of Freedom ya lo denominan la "máquina de censura definitiva" y han lanzado una campaña para derribarlo.
El arte de adaptarse
- A juicio de estas asociaciones, creaciones como la del
vídeo que aparece una cover del grupo Walk off the Earth de una canción de
Gotye nunca habrían pasado el filtro de las entidades de gestión de
derechos. Sin embargo, fue gracias a ella por la que la obra del artista
belga llegó hasta el último rincón del mundo, ya que la atracción de ver
una guitarra tocada a diez manos popularizó una canción hasta entonces
semidesconocida.
Por accidente
- El clamor contra la propuesta para reformar la
legislación sobre copyright a nivel europeo de la Comisión ha sido unánime
en la mayoría de observadores. "Es el equivalente a crear un
auténtico estado policial para los contenidos: un desastre capaz de acabar
con toda posibilidad de generar un ecosistema basado en la creatividad y
la innovación", tacha Enrique Dans, profesor de Innovación en el IE
Business School.
- La campaña anima a los ciudadanos a contactar con
los eurodiputados para hacerles llegar su opinión de la medida
- La campaña lanzada por Xnet, EDRi y apoyada las
principales asociaciones que supervisan la neutralidad de la red quiere
animar a los ciudadanos a actuar. La Eurocámara debe revisar la propuesta
de la Comisión y decidir si le concede su apoyo o propone enmiendas al
texto, por lo que los activistas han facilitado distintas vías de contacto
con los eurodiputados que la estudian para que los ciudadanos les hagan
llegar su opinión gratis: "Lo más efectivo es una llamada de
teléfono. No tienes que ser un experto, sé educado y positivo",
recomiendan.