27 de mayo de 2018

Los chips que minan 'blockchain' están destruyendo su descentralización

Algunos mineros se están alzando contra el poder de la empresa china Bitmain y sus ASIC especializados en las operaciones necesarias para añadir nuevos bloques a las cadenas. Su uso está concentrando esta capacidad en muy pocas manos, lo que amenaza la naturaleza descentralizada
Si el mayor bien común que las criptomonedas ofrecen a la sociedad radica en su naturaleza descentralizada (una cualidad que impide que una única persona, empresa o grupo las controlen), entonces la llegada de los circuitos integrados para aplicaciones específicas (o ASIC, por sus siglas en inglés) especializados en minar criptomonedas es para echarse a temblar.
Los criptoASIC son chips que han sido especialmente diseñados para realizar el tipo de cálculos necesarios para minar una criptomoneda concreta de forma más eficiente que el hardware de uso general. El hecho de que los mineros puedan utilizar ASIC para obtener una ventaja no debería suponer una gran amenaza. O ese sería el caso si la firma china Bitmain no se hubiera convertido en líder mundial. Ahora, el fundador de la start-up Sia, David Vorick, y su equipo se enfrentarán cara a cara con Bitmain, el Goliat de la industria minera. Hace tres años, Sia se lanzó como un servicio de almacenamiento de archivos basado en la cadena de bloques (o blockchain).
La empresa de fabricación ASIC de Vorick, llamada Obelisk, es un intento de acabar con la implacable producción de nuevos ASIC por parte de Bitmain. Pero también responde a un impulso mayor en la comunidad de criptomonedas para que las cadenas de bloques "resistan a ASIC" ajustando su software. La esperanza es que tales ajustes acaben con los pesos pesados de la minería como Bitmain. Pero Vorick sabe que esto es una tontería, y lo dice por experiencia personal.
Bitmain supera a Obelisk con un ASIC diseñado para minar la criptomoneda Siacoin, aunque la nueva start-up planea empezar a enviar su producto a su primera generación de mineros en unas ocho semanas. Vorick dice que la experiencia le ha convencido de que los ASIC no van a desaparecer. Y dado que los fabricantes de hardware tienen tanta flexibilidad para cambiar sus diseños, siempre habrá "una ruta" para desarrollar chips personalizados que funcionen con nuevos algoritmos de minería destinados a resistirlos.
El minado de criptomonedas es el proceso de agregar nuevos conjuntos, o "bloques", de nuevas transacciones a la cadena. Los mineros usan grandes cantidades de potencia de cálculo para adivinar un número específico que vincula criptográficamente el nuevo bloque con el anterior. Este número, llamado función hash, es la clave para que el registro sea inviolable. Al encontrar el número, un minero demuestra que hizo el trabajo requerido para asegurar la cadena, y recibe criptomonedas a cambio.
Pocos años después de que surgiera Bitcoin, las empresas emergentes comenzaron a competir para construir ASIC para minar la criptomoneda. Sin embargo, casi todas esas compañías han fracasado, excepto Bitmain. Se estima que la compañía controla más del 70 % del mercado del hardware para minar Bitcoin. También usa su hardware para minar bitcoins por sí mismo. Una gran cantidad de bitcoins, ya que según Blockchain.info, los grupos mineros afiliados a Bitmain representan más del 40 %  de la potencia informática disponible para toda la minería de Bitcoin.
Además, la empresa ha empezado a diversificar su negocio. Ha lanzado nuevos ASIC diseñados para minar Ether, Zcash y Monero además de Siacoin. Esto ha despertado la preocupación de muchos usuarios y desarrolladores de estas monedas, ya que Bitmain y sus afiliados podrían obtener el mayor porcentaje de la capacidad de minería de sus redes. Esto le daría suficiente para interrumpir o atacar las redes con fines perversos. El crecimiento de la empresa también ha motivado llamamientos colectivos para actualizar el software (que, en el caso de Monero, los desarrolladores ya han realizado) en nombre de la resistencia ASIC.
Pero si Vorick tiene razón, esa puede ser una causa perdida, como defendió en una larga publicación de blog, publicada esta semana, en la que narra su experiencia con Obelisk. Vorick espera que la publicación "logre que la gente acepte el hecho de que la centralización de los mineros más pesados va a continuar durante un tiempo", y se pregunta "¿Qué podemos hacer con nuestros protocolos, nuestros diseños y nuestras comunidades para evitar la  catástrofe?".
Fuente: MIT Technology Review